Durante semanas, un hombre, de 30 años y nacionalidad marroquí, O.M., según ha explicado fuentes cercanas al caso a ElCaso.com, se ha dedicado a rondar por la zona de la Sagrada Familia, buscando señoras mayores -preferiblemente con cadenas de oro al cuello- para robárselos. Lo hacía siguiéndolas hasta su casa y, una vez dentro del portal y habiéndose asegurado de que no había nadie más, les arrancaba la joya y huía corriendo. Siete mujeres denunciaron hechos muy parecidos en una zona muy concreta de Barcelona, y los Mossos d'Esquadra activaron un dispositivo de seguimiento y búsqueda muy concreto centrado en un individuo que ya tenían identificado en el distrito y que, finalmente, resultó ser el hombre que buscaban.

Su modus operandi era muy concreto. Centraba su atención en mujeres de edad avanzada, incluso de más de 90 años (aunque en una ocasión la víctima solo tenía 58) y las seguía hasta sus edificios donde las asaltaba por sorpresa; por esta razón, aunque la fase de vigilancia la hacía por los alrededores de la Sagrada Familia, se detectaron denuncias también en Sant Martí y en Horta-Guinardó. Escogía los portales porque había más probabilidades de no tener testigos y poder huir más o menos impune, según ha explicado a ElCaso.com el subinspector de los Mossos que ha llevado el caso, Josep Maria Pujol.

No dudaba a ponerse violento para cometer los robos

Aunque sus víctimas eran especialmente vulnerables por las edades, en varias ocasiones utilizó la fuerza física para robarles las cadenas de oro. Tres de las siete mujeres sufrieron heridas, afortunadamente, de carácter leve, pero que requirieron asistencia médica inmediatamente después de los hechos. El hombre, cuya nacionalidad los Mossos d'Esquadra no han querido comunicar, posteriormente obtenía un beneficio económico de las cadenas de oro, aunque no se ha encontrado ningún contrato de venta, pero tampoco las cadenas sustraídas estos meses, lo cual hace pensar a los investigadores que podía entregarlas a una tercera persona para colocarlas en tiendas de compraventa de oro.

Finalmente, el pasado 15 de octubre se le detuvo como supuesto autor de siete robos con violencia cometidos en Barcelona entre septiembre y octubre de este año. Durante el registro pudieron recuperar la última cadena sustraída y a estas alturas tratan de identificar a la propietaria. El delincuente acumula siete antecedentes policiales, uno de ellos en L'Hospitalet de Llobregat por los mismos hechos. El 18 de octubre pasó a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Barcelona y el magistrado correspondiente decretó su ingreso en prisión.