La niña de 14 años que fue vendida por sus padres en enero a cambio de 5.000 euros y cinco botellas de whisky vuelve a casa con su familia, a Corella, Navarra, después de que la magistrada que instruye el caso haya archivado el procedimiento judicial este viernes. Y es que desde la justicia han dado más peso a la declaración de la menor, quien ha asegurado que no se ha sentido víctima en ningún momento, que a las pruebas policiales que evidencian tráfico de seres humanos, matrimonio forzado y mendicidad infantil. A pesar de todo, los cinco detenidos -los padres de la adolescente, el joven de 21 años con quien la habían casado y los padres de este- están en libertad; en lo que respecta a la familia "compradora", desde el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Lleida han acordado una orden de protección e incomunicación con la menor. 

Los padres la entregaron a una familia de Mollerussa, en el Pla d'Urgell, siguiendo las costumbres y los rituales de matrimonio de la comunidad gitana a la que ambas partes pertenecen. En este contexto, la menor había normalizado la situación hasta el extremo de negar en todo momento que se haya sentido obligada a hacer nada de lo que le pedían, desde casarse con un joven más mayor que ella hasta pedir limosna en la calle para contribuir a la economía de su nueva familia. Según ha avanzado Rac1 y han confirmado fuentes de la Guardia Civil a ElCaso.com, la adolescente ha declarado que no considera que la hayan secuestrado ni se veía como víctima de un matrimonio infantil forzado

Aunque desde la Guardia Civil, que ha liderado la investigación después de que los Servicios Sociales de Navarra denunciaran la desaparición de la niña, no tienen ninguna duda de que los hechos son constitutivos de delito, la justicia ha considerado que el caso se puede cerrar sin consecuencias ni para los padres de la víctima, que la vendieron, ni para sus suegros, que la sometieron a la mendicidad, al considerar que la declaración de la adolescente tiene suficiente peso para rechazar las pruebas policiales. De hecho, todos los detenidos quedaron en libertad desde un primer momento, según ha podido saber ElCaso.com, mientras que la niña ha pasado las últimas semanas en un centro tutelado de la Generalitat. 

Vendida, trasladada a Lleida y obligada a mendigar

Aunque la niña lo ha negado todo, los Mossos d'Esquadra la encontraron a las puertas de un supermercado de Les Borges Blanques (Garrigues) el pasado 3 de octubre pidiendo limosna. La llevaron a comisaría para poder identificarla, ya que no llevaba encima ningún documento, y fue entonces cuando saltó la alerta de la Guardia Civil. En ese momento, después de confirmar la boda clandestina, la transacción económica que tuvo lugar entre las dos familias, que se habían llevado a la menor desde Navarra a Lleida y que la tenían sin escolarizar y mendigando, los Mossos detuvieron a los suegros y al marido, al tiempo que la Guardia Civil hacía lo propio con los padres biológicos. 

Después de un mes, sin embargo, todo ha quedado en nada. Los arrestados están en libertad y la menor ha podido volver a casa con la familia que la había vendido por alcohol y 5.000 euros, supuestamente, después de que ella misma lo pidiera cuando testificó.