La Audiencia de Girona ha juzgado este miércoles a un repartidor de comida a domicilio acusado de violar a un menor de 16 años en Santa Coloma de Farners, en Girona. La fiscalía pide 10 años de prisión y sostiene que agredió sexualmente a la víctima cuando fue a llevarle un pedido la noche del 7 de junio del 2020.
Un repartidor viola a un menor en Santa Coloma de Farners
Los hechos, según el escrito de la Fiscalía, tuvieron lugar el 7 de junio del 2020 por la noche, cuando un repartidor de un restaurante de kebabs de Santa Coloma de Farners presuntamente agredió sexualmente a un menor de 16 años en el portal de su casa.
La entrega de la comida, que tuvo lugar alrededor de medianoche, se hizo en el portal del edificio porque, según han explicado al juicio tanto el menor como el procesado, no tiene interfono y el chico bajó a recoger el pedido.
La acusación explica que entonces el procesado, que tenía 34 años, empezó a decirle al menor que era "muy guapo" y que si quería quedar cuando acabara de trabajar.
Le obliga a hacerle una felación en el portal de su casa
La misma víctima ha declarado que intentó cerrar la puerta, pero que el repartidor lo impidió y acabó entrando en el edificio.
Una vez dentro, lo besó dos veces mientras le hacía tocamientos en el culo. "Me quedé bloqueado, en estado de shock", ha dicho el chico. Después, según ha seguido relatando, el acusado lo cogió con fuerza por la cintura, le dio la vuelta e intentó penetrarlo.
Él consiguió evitarlo, pero entonces el procesado le obligó a hacerle una felación.
Cuando el repartidor se marchó, el joven subió a casa, donde estaban sus padres y su hermana pequeña. No les dijo nada de lo que había pasado, pero sí que se lo contó a una amiga, con quién durmió la noche de los hechos.
La chica lo convenció para que se lo acabara contando a sus padres y denunció los hechos a los Mossos d'Esquadra el 10 de junio.
El acusado dice que el relato de la víctima es mentira
Esta amiga, con quien ya no tiene relación, también ha declarado en el juicio lo que la víctima le había explicado para reforzar la versión del menor que, según la defensa, no era del todo creíble porque había dado versiones diferentes de los hechos.
En su turno, el padre del chico ha asegurado que le pareció extraño que su hijo tardara tanto en subir con la comida y que sospechó que había pasado algo porque "se lo notó en la cara": "No quiso comer y estaba a punto de llorar". Por eso, cuando finalmente lo confesó fueron a denunciar al repartidor de comida.
Piden 10 años de prisión
Por otra parte, el acusado, que en el juicio ha respondido a las preguntas de la defensa encabezada por el letrado Carles Monguilod, ha negado los hechos.
Según su versión, fue a entregar el pedido tarde, a última hora. Cuando llegó al inmueble, el menor bajó y, como llovía, le dijo que entrara para no mojarse.
Una vez allí, asegura que el menor le empezó a hacer tocamientos, pero que él lo rechazó y se marchó. De hecho, ha dicho directamente que el relato de la víctima es "mentira".
La Fiscalía acusa al hombre de un delito de violación y pide 10 años de prisión y 6 años de libertad vigilada. Monguilod solicita la absolución.
El caso ha quedado visto por sentencia después del juicio celebrado hoy en la sección cuarta de la Audiencia de Girona.