Juana Rivas, indultada el verano pasado por el Tribunal Supremo a petición del actual Gobierno tras ser condenada a dos años y medio de prisión por secuestrar a sus hijos en 2017, ha vuelto a sufrir un golpe judicial. En este caso en Italia, donde el Tribunal de Apelación de Cagliari, según adelanta El Mundo citando la sentencia, la ha dejado sin la custodia de su hijo pequeño y lo ha puesto bajo protección del padre, Francesco Arcuri. "Mami me lavó el cerebro diciéndome mentiras de papá, que papá me pegaba, que no es verdad", ha declarado al niño de 8 años ante una psicóloga y la magistrada Maria Antonella Sechi.

La jueza da la custodia al padre

Según la versión del menor de 8 años, la madre "lo obligaba a hacer vídeos" y a decir que quería vivir en Granada con ella. Pero el niño no era la primera vez que afirmaba que Juana Rivas lo manipulaba. En noviembre de 2020 aseguró ante otra psicóloga que sí lo hacía, pero dos años después, en mayo de 2022 explicó todo el contrario: que su padre le pegaba y lo tiraba por las escaleras "cinco veces por semana". Un mes más tarde, volvió a cambiar y admitió a una fiscal que había denunciado a Francesco Arcuri, el padre, "inducido por su madre y por su hermano mayor".

A estos cambios repentinos del pequeño, se le tienen que sumar los informes emitidos por Ludovica Iesu, designada por el Tribunal de Cagliari en el juicio para la custodia de los hijos de Juana Rivas, el año 2018. En las conclusiones se decía que la mujer "se encuentra en un estado profundo de desequilibrio emocional y que a menudo ha demostrado que no se adhiere correctamente a la realidad, manipulándola". Casi 180 páginas de informe pericial donde se exponía que tenía una "gran capacidad de manipulación contra los niños" y que el mayor de todos optó por "aliarse" con ella al "considerarla más frágil".

Juana Rivas, bajo tratamiento psicológico

Por todo esto, según adelanta el medio citado, la jueza Maria Antonella Sechi ha decidido otorgar la custodia del niño exclusivamente al padre. La sentencia alerta que, aunque Juana Rivas fue enviada por las autoridades italianas a recibir tratamiento psicológico desde 2018 por su "funcionamiento mental patológico" y por "confundir sus intereses con los de sus hijos", seguía tratando de inducir a sus hijos contra su padre e "interfiriendo" en el vínculo entre unos y otros.