El Tribunal Supremo ha condenado a diez años de prisión al joven que intentó asesinar al inquilino de sus padres por no pagar el alquiler. El incidente ocurrió en el 2019 en la localidad de Villarrobledo (Albacete) cuando el acusado apuñaló en el cuello al inquilino moroso quien, además, ya no vivía en la vivienda, pero seguía utilizando el piso para guardar sus cosas.
El acusado, que en el momento de los hechos tenía 25 años, buscó a la víctima en su trabajo, y le comunicó que sus padres querían que rescindiera del contrato al llevar unos meses sin pagar el alquiler. También le hizo saber que tanto él como sus padres tenían conocimiento sobre el hecho de que ya no residía en el piso, y le exigió que sacara sus cosas inmediatamente.
Le clavó un cuchillo en el cuello|garganta
La víctima le pidió que volviera más tarde, cuando hubiera acabado su turno en el trabajo a lo cual el condenado accedió en un primer momento. Cuando salió, media hora más tarde, vio al acusado bajar de un coche. Como preveía un posible altercado, envió un mensaje a un amigo explicándole la situación y pedido que le llamara en un rato.
En aquel momento el acusado se acercó a la víctima desde detrás y le clavó un cuchillo que se rompió por|para el mango y se quedó incrustado en el cuello|garganta de la víctima. El agresor huyó inmediatamente dejando a la víctima a su suerte. El hombre pudo desplazarse hasta una estación de servicio próxima donde llamaron el 112 y le pudieron socorrer. La ambulancia le trasladó al hospital donde le intervinieron de urgencia al encontrarse en "riesgo vital de muerte", según recoge la sentencia.
El acusado apeló diciendo que la narración de la víctima era poco coherente y que no tenía manera de identificarlo a él como el agresor al situarse de espalda a lo mismo. Pero el Supremo lo ha desestimado diciendo que la víctima se ha mostrado muy precisa en su relato y que pudo identificarlo por la ropa. Además de los diez años de prisión, el acusado tendrá que indemnizar a la víctima con 35.250 euros.