Un vecino de l'Ampolla, en el Baix Ebre (Tarragona), es investigado por los agentes del SEPRONA de la Guardia Civil por un delito contra la fauna. El hombre, presuntamente, se dedicaba a traficar con nacras, un molusco que vive en el mar Mediterráneo y que está en peligro de extinción porque cada vez quedan menos ejemplares. El animal, que acostumbra a medir unos 120 centímetros de longitud y que puede vivir más de 20 años, está considerado de interés comunitario y requiere una protección estricta según la Directiva de Hábitats Internacional.

El hombre las vendía a través de internet

La Guardia Civil detectó que alguien estaba vendiendo a través de internet estas nacras. Los ejemplares se podían adquirir entre 40 y 70 euros, dependiendo del tamaño del molusco. Los agentes del SEPRONA abrieron una investigación con el fin de descubrir quién era la persona que se escondía detrás de los anuncios que aparecían en la plataforma, identificando a un hombre residente en el municipio de l'Ampolla. Así pues, los investigadores decidieron intervenir y requisaron siete valvas o conchas, pertenecientes al menos a dos ejemplares enteros, algunos de ellos de unos 40 centímetros de longitud.

Las diligencias de la investigación fueron entregadas al juzgado en funciones de guardia de Tortosa, así como a la Fiscalía de Medio Ambiente de Tarragona. Los ejemplares de nacras intervenidos se encuentran en dependencias policiales a la espera de que el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico haga una valoración medioambiental. Esta especie es muy buscada porque el nácar que las compone tiene un importante valor en campos como la joyería y la decoración, ya que por sus características pueden reflejar los colores del arco iris según cómo les da la luz. Por este motivo, ya se ha detectado en varias ocasiones un tráfico ilegal de este molusco.