La Policía Foral de Navarra investiga a un profesor de instituto por, presuntamente, grabar mujeres colocando cámaras escondidas en los lavabos del centro educativo donde trabajaba, además de hacerlo también en algunos probadores de tiendas de la Comarca de Pamplona. Los hechos salieron a la luz después de que el pasado mes de octubre, una mujer denunciara a la Policía Local de su municipio que le parecía que a su vecino la estaba espiando y grabando. Los policías municipales montaron un dispositivo delante del edificio y pudieron comprobar cómo, efectivamente, el vecino del piso de encima dejaba caer la cámara hasta su ventana para espiarla.
Ante esta situación, los agentes locales procedieron a la detención del hombre y se le confiscaron los dispositivos informáticos y electrónicos, que fueron puestos a disposición de la Policía Foral para que los investigara, tal como apunta Notícias de Navarra. A raíz de eso, los agentes del Área de Investigación Criminal que se hacen hacer cargo del caso, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción 4 de Pamplona, analizaron las imágenes que había en los aparatos y descubrieron que el hombre había estado haciendo otras grabaciones íntimas de mujeres colocando cámaras de manera estratégicamente oculta en lavabos y probadores.
El profesor colocó una microcámara oculta en los lavabos de mujeres de su instituto, aunque en unos utilizados por personal docente y no por las alumnas. De la misma manera, también había colocado microcámaras en algunos probadores de centro comerciales de la Comarca de Pamplona para espiar a las mujeres mientras se cambiaban. Por este motivo, volvió a ser detenido acusado de un delito contra la intimidad. Después de pasar a disposición judicial, quedó en libertad con medidas cautelares y con la prohibición de acercarse a su instituto. De hecho, a raíz de la detención, la dirección del centro educativo lo relevó de su cargo.
Buscan identificar a las víctimas
A estas alturas, los investigadores de la Policía Foral siguen analizando las imágenes que el profesor tenía almacenadas en sus dispositivos informáticos y electrónicos. El objetivo es identificar a todas las víctimas tan pronto como sea posible. Todavía no se ha podido concretar ninguna cifra concreta a la espera de poder analizar las imágenes que hay a todos los aparatos, pero se estima que el número de mujeres que fueron grabadas por las cámaras ocultas, tanto en los lavabos del instituto como en los probadores de las tiendas, puede ser muy elevado.