El juzgado de instrucción número 3 de Murcia ha abierto diligencias contra la discoteca Fonda por 13 delitos de homicidio imprudente, después del fatal incendio que ha tenido lugar este domingo 1 de octubre, y que ha dejado 13 muertos y 24 heridos. El caso está bajo secreto de sumario, mientras se completan las tareas de identificación de los cadáveres, así como las autopsias que a estas alturas están realizando los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de la Región de Murcia.
Determinar la identidad de las víctimas no está siendo una tarea fácil, ya que la mayoría de los cuerpos se han calcinado por completo. Aparte del examen fisiológico externo, se están haciendo análisis radiológicos en busca de alguna malformación congénita que pueda ayudar a identificar a los difuntos. Además, se están recabando muestras de ADN de los familiares de las personas confirmadas como muertas, para poder hacer la entrega de los restos, así como las licencias de enterramiento.
La discoteca tenía una orden de cierre
Desde el Ayuntamiento de Murcia han comunicado que las tres discotecas afectadas por el fuego, Fonda, Golden y Teatre, tenían una orden de cierre desde el año 2022. Las tres salas se habían creado a partir de la división del local original, Teatre, pero estas reformas nunca fueron aprobadas y, por tanto, hacía un año que funcionaban de manera ilegal.
Eso contradice lo que afirma el propietario de Fonda, Juan Esteban Ramírez, quien ha asegurado que "Nunca se me transmitió que teníamos que cesar la actividad, porque si te dicen que tienes que cerrar, es ilógico que puedas continuar abriendo". Por otro lado, el abogado de la discoteca ha explicado que sí que disponían de permiso para funcionar, pero que los documentos que así lo acreditan se encontraban dentro del local y "se han quemado". Sí que ha admitido, sin embargo, que nunca vio estos papeles, y que acudirá al Ayuntamiento para aclarar "quién ha firmado y quién no ha firmado este cierre".