Las autoridades colombianas investigan el asesinato de Iker Samaniego, un español de 33 años que esta semana ha sido encontrado muerto con signos de violencia en un piso en el barrio Simón Bolívar de Barranquilla. Fueron los vecinos de la víctima, preocupados porque desde el domingo no lo veían salir al balcón a hablar como hacía habitualmente, los que alertaron al propietario del piso. Este fue hasta el inmueble para ver si le había pasado alguna cosa a su inquilino y, como no contestaba, acabó accediendo forzando la puerta. En su interior, se encontró el cuerpo sin vida de Iker con signos de violencia y llamaron a la policía.

La Policía Metropolitana se desplazó hasta la vivienda y abrieron una investigación sobre el asesinato. El cadáver de Iker presentaba laceraciones en el cuello y un fuerte golpe en la frente. La autopsia confirmará las causas exactas de la muerte, mientras se está investigando el entorno de la víctima para aclarar con quién se relacionaba y quién podría tener intención de poner fin a su vida. Según apuntan medios colombianos, varios vecinos han apuntado a los investigadores que el domingo lo habían oído mantener una fuerte discusión con su pareja, con quien convivía desde hacía aproximadamente seis meses en el mismo piso donde se ha producido el crimen. Después de la pelea, la mujer se marchó a casa de su madre.

Una nueva vida en Colombia tras estar en la cárcel en España

Iker Samaniego, originario de Vitoria y que este miércoles habría hecho 34 años, hacía tiempo que vivía en Colombia, donde había ido a empezar una nueva vida después de un problemático pasado con antecedentes policiales en el País Vasco. Tal como detalla Gasteizberri, llegó a pasar un tiempo en prisión preventiva por una plantación de marihuana hasta que en el año 2016, después de llegar a un acuerdo con la fiscalía, pudo salir en libertad.