La lotería es un juego de pura suerte, pero a veces esta es generosa y recompensa a aquellas personas que peor lo han pasado. Es el caso de una vecina de la ciudad de Alicante (Comunidad Valenciana), que se dedicaba a pedir limosna, y que todavía no se cree la inmensa suerte que ha tenido. La mujer compró la participación mínima de la Bonoloto, que tiene el precio de un euro, y ha acabado ganando más de un millón, cumpliendo lo que es el sueño de muchos. Curiosamente, en un principio la mujer no se creía que fuera la ganadora del millonario sorteo, y a lo largo de la misma semana en que supo que su situación económica había cambiado radicalmente, siguió preguntando limosna en la puerta del supermercado dónde siempre se sentaba, hasta que los propietarios del estanco le confirmaron el giro que había dado su vida.
Un premio de 1.274.491 euros para una mujer que vivía de la caridad
La grande afortunada es una mujer que reside en el barrio alicantino de La Florida. Desde hace años, su día a día consistía en pasar cinco horas al día sentada al lado de un supermercado, y viviendo de la limosna o los alimentos que los clientes le daban. Con la limosna obtenida, acudía cada día al estanco 54, situado justo delante de su "puesto de trabajo", y compraba la participación mínima de la lotería. Después, volvía a su casa, a cuidar y alimentar a su familia. Según lo que explican los propietarios del estanco, así como los vecinos del barrio, tanto la mujer como su familia, de etnia gitana, tenían muy pocos recursos económicos, y acumulaban una serie de deudas de impuestos municipales y con Hacienda. La mujer es muy popular en el barrio, y son muchos los vecinos que destacan su "perseverancia" y esfuerzo al mantener, sea como sea, a su familia. Ahora, eso ha cambiado para siempre, porque ha ganado el primer premio de la Bonoloto, una cantidad de dinero que asciende hasta los 1.1274.491 euros.
La mujer siguió pidiendo limosna porque no se creía que su boleto fuera la ganadora de la Bonoloto
La mujer compró el boleto ganador el pasado lunes, 1 de agosto, y al comprobar el resultado del sorteo, no se creía que su participación fuera la premiada. El jueves, la mujer volvió a la puerta del supermercado para pedir limosna, y finalizada su jornada, acudió al estanco. Allí, expresó a la propietaria que creía que el boleto que había comprado el lunes era la ganadora. "Cuando nos dijo que pensaba que había ganado el sorteo, nos lo tomamos en broma", relata Eugenio, el marido de la propietaria, a l'ABC, y añade que, "Además cómo siguió pidiendo limosna, y viniendo con bolsas de las donaciones de los vecinos, parecía un cachondeo".
Pero nada más lejos de la realidad: cuando verificaron los resultados del sorteo, confirmaron que, efectivamente, su vecina que vivía de la caridad se había convertido en una millonaria. La mujer, al saberlo, dijo a los propietarios del estanco que "le habían cambiado la vida". "Venía cada día a comprar la participación mínima de la Bonoloto y la Primitiva; el Euromillón no, porque era demasiado caro", explica la Mariángeles Torregrosa, la actual propietaria del estanco. ¡Cuando acababa su jornada, entraba y me llamaba "¡Nena, ya estoy aquí!"". La propietaria del estanco está "muy contenta" con que este premio tan grande haya caído a su establecimiento, ya que es la primera vez que los pasa (habían repartido premios de, como mucho, 36.000 euros).