Pulso de los manteros de Salou contra el Ayuntamiento y la policía. Esta mañana, cuando aún era de noche, agentes de la Guardia Civil de la comandancia de Tarragona, con equipos de intervención, han entrado en dos puntos de la capital de la Costa Dorada para desmantelar tres almacenes que, supuestamente, servían para guardar el material que posteriormente ponen a la venta en el paseo marítimo de Salou y, sobre todo, de Cambrils. Tras la intervención del material —unas tres furgonetas cargadas, según las primeras informaciones facilitadas por el Instituto Armado—, los manteros han protestado por el operativo policial cortando la circulación del paseo de Miramar, en el paseo marítimo de Salou. Durante más de cuatro horas, una treintena de manteros han cruzado mobiliario urbano en medio de la calle y han lanzado piedras contra la policía y algunos vecinos.
Un fuerte dispositivo policial de los Mossos d'Esquadra, con equipos de orden público de ARRO de Tarragona y de la Brigada Mòbil, desplegados desde Sabadell, han rodeado y contenido a los manteros amotinados hasta casi las doce del mediodía. Un equipo de mediación de los Mossos d'Esquadra, y los jefes de los Mossos de la comisaría de Salou y de la policía local del municipio, también han iniciado una mediación con uno de los manteros para que retiraran el material que habían colocado en medio de la calle y que se pudiera reabrir el tráfico rodado, evitando así una actuación contundente.
Los manteros, aunque en un primer momento han discutido entre ellos, finalmente han decidido salir del medio de la calle y retirar las piedras y la basura que habían colocado, para reabrir el paseo. Equipos de la brigada de limpieza de Salou han barrido la zona y, antes de la una del mediodía, la policía municipal ha podido reabrir el tráfico.
Salou se sentará con los manteros
Durante la negociación entre la policía y los manteros, se ha acordado que, si levantaban el corte del paseo, habría la posibilidad de sentarse, sobre todo con el Ayuntamiento, para hablar sobre el problema. Los Mossos d'Esquadra, por su parte, han asegurado que el objetivo no es otro que, como siempre, escuchar a todo el mundo; aunque insisten en que la línea roja —que la marca la ley—, también en delitos contra la propiedad industrial, como es la falsificación y la venta de este tipo de material, no se puede ignorar. Los manteros aseguran que ayer tuvieron una reunión con el consistorio y que hoy, de madrugada, han visto cómo agentes de la Guardia Civil les han entrado en tres almacenes donde guardaban material -en total, 8.336 artículos, la mayoría, ropa deportiva, bambas, bolsas y gorros con las etiquetas de marcas conocidas-, que les han confiscado, y han asegurado que se han sentido engañados.
El problema del top manta en Salou, aunque el alcalde Pere Granados, ahora próximo al PSC, con quien se presentó en coalición a las últimas elecciones, lo niegue, existe. Desde el consistorio se ha querido evitar hablar en diversas ocasiones del tema, incluso sin participar en mesas supramunicipales sobre este fenómeno. Desde Salou se asegura que el problema no existe en su término municipal —los manteros van a vender a Cambrils, que hace frontera—, pero sí se ha comprobado, sin ir más lejos, con la intervención de esta madrugada, que la ciudad también sirve de punto de distribución del material que después acaba vendido, de manera ilegal, en las calles de otros municipios de la Costa Dorada.
Pulseada de fuerza de los manteros
Los manteros saben que tienen fuerza y que los jefes de la región de Tarragona no quieren ruido, y han aprovechado hoy, tras esta intervención de la Guardia Civil, para hacer una pulseada a la policía, cortando calles y buscando un enfrentamiento directo con los equipos antidisturbios. La paciencia y la mediación han evitado un desalojo que podría haber desencadenado más incidentes. Solo hay que recordar los hechos de 2015, cuando un mantero murió huyendo de la policía, hecho que acabó con una batalla campal en el centro de Salou. Fuentes policiales, sin embargo, avisan, en declaraciones a ElCaso.com, que la situación es tensa, y que aunque hoy se ha podido reconducir, se espera un verano caliente si no se marcan claramente las líneas en los operativos a la hora de abordar esta problemática, no solo desde la región de Tarragona, sino también a escala nacional.