Ya saben a quién pertenece el cadáver encontrado en O'Porriño (Pontevedra). Se trata de un joven que fue asesinado hace años y que los médicos forenses no pudieron identificar. Fue entonces cuando, desde los juzgados, difundieron un retrato robot y, semanas más tarde, una persona ha asegurado que se trata de un familiar suyo y le harán unas pruebas de ADN para corroborarlo.
El macabro hallazgo se hizo a principios del 2021 en O'Porriño, una localidad de Pontevedra de poco más de 20.000 habitantes, muy cerca de la frontera con Portugal. Fue un hombre que estaba limpiando una nave quien descubrió que había el cuerpo de una persona dentro de un pozo.
La Guardia Civil vio que el cadáver estaba en avanzado estado de descomposición
Los agentes de la Guardia Civil fueron hasta la finca y vieron que el cadáver estaba en avanzado estado de descomposición. A su lado, había unas llaves y unas monedas fabricadas en Portugal. Este hecho, sumado a la proximidad de Portugal donde se hizo el hallazgo, hizo pensar a los policías que, muy probablemente, la víctima era un ciudadano portugués.
Como estaba tan deteriorado, a simple vista, era muy complicado saber si había muerto de manera violenta. No obstante, había un detalle que les hacía sospechar: la tapa del pozo estaba cerrada. Por este mismo motivo, hicieron un análisis forense al cuerpo y la peor de las hipótesis se cumplió: lo habían asesinado.
Los antropólogos hicieron un retrato robot del hombre asesinado y desde los juzgados lo difundieron
Durante más de un año, el Instituto Armado ha intentado averiguar de todas las maneras posibles la identidad de la víctima, ya que es clave para poder resolver el crimen. No obstante, las investigaciones no dieron sus frutos y fue entonces cuando encargaron a los antropólogos que hicieran un retrato robot que permitiera saber cómo era el rostro de este hombre.
Descripción física del cadáver encontrado en el interior de un pozo en O'Porriño
Además, también aportaron más detalles: lo asesinaron entre el año 2017 y en el 2020, no tenía más de 40 años, medía, aproximadamente, 1,75 metros y era de complexión fuerte. Los antropólogos también pudieron determinar que era un hombre blanco de Europa, con el pelo castaño y los ojos de color miel.
Se presenta en el cuartel y asegura que la víctima es un familiar suyo
Gracias a esta descripción y a la foto, un vecino de Portugal se ha presentado en el cuartel de la Guardia Civil y ha asegurado que se trata de un familiar suyo. Por este mismo motivo, le harán pruebas de ADN para comprobar si hay correspondencias genéticas.