El Hotel MiM, situado en el número 12 de la Avenida Sofía de Sitges, una de las zonas costeras más codiciadas de Cataluña, parece no agradar a todo el mundo. Pese al común dicho de que "nunca llueve a gusto de todos", que un establecimiento de cuatro estrellas, en el que Leo Messi -el propietario- invirtió 30 millones de euros, tenga según que fallos es alarmante.
El hotel de los 30 millones de Leo Messi en Sitges
Y es que en Booking, el principal portal de reservas de alojamientos en internet, acumula decenas de comentarios negativos que explican errores flagrantes durante la estancia en el lugar.
Aunque la nota general del hotel es de un 8,8 en la web, muchas personas han escrito reseñas que dejan en evidencia al supuesto local boutique de Messi.
La página oficial define al hotel como un "lugar ideal para disfrutar de unas vacaciones en familia, una escapada en pareja o una salida con amigos, así como del lugar perfecto para celebrar un evento de negocios".
Con tan solo ocho años de vida -se construyó en 2013-, cuenta con la gestión del Majestic Hotel Group y la inversión del futbolista como propietario.
Presumen de ser un "icono de arquitectura sostenible y compromiso medioambiental", ya que "fue el primer hotel en Europa en recibir la certificación LEED Platinum, distintivo que regula la condición de edificio sostenible y que concede el US Green Building Council". Además, cuentan con una gran terraza panorámica, un spa y una piscina.
No gusta a todo el mundo: críticas negativas
Pero aunque las instalaciones son prometedoras, varios clientes han denunciado en sus reseñas fallos flagrantes en un hotel tan reputado y con una inversión tan grande.
Uno de los comentarios, escrito por un cliente de Reino Unido, James, explica cómo entraron varias veces a su habitación un domingo por la mañana porque había un detector de humo defectuoso, del que ya tenían constancia y que no arreglaron.
Añade que la ducha no tenía una temperatura normal, solo fría o ardiendo, y que la limpieza era pésima: pelos, suciedad en la ducha, polvo por todas partes o salpicaduras de pasta de dientes en la pared. Y como guinda, califica los huevos revueltos del desayuno como "repugnantes".
La queja sobre la limpieza es recurrente: otro cliente de Países Bajos se queja de que se nota el desgaste en las zonas comunes. Las sillas de diseño junto a la piscina, dice, tenían rotos varios listones y necesitaban una mano de pintura; así como el lavabo de su habitación, que estaba roto y los ganchos, que estaban colgando.
Humedades, plagas y poca limpieza
Más de tres personas añaden que han tenido problemas con humedades y moho en las paredes o techo, cerca del aire acondicionado o en el baño. También es recurrente la crítica al personal del hotel, que mencionan que no es especialmente simpático y para nada acogedor. Check-out largos, ni siquiera presuntas de cortesía o un dominio del inglés bajo, son las principales quejas.
Otros más puntuales señalan fallos como ventanas mal aisladas que llegaron a impedir dormir a algún cliente debido al ruido del tráfico y del barrio. Incluso el ruido del motor del minibar era molesto para otro de los clientes holandeses, que asegura haber dormido con tapones y que no se le compensó en absoluto por las molestias ocasionadas.
La más sorprendente es una plaga de hormigas que encontró un usuario entre las sábanas y en la ducha. Este cliente lo considera inaceptable, ya que había pagado 190 euros por noche, y se queja de que no fue compensado y no se le pidieron ni disculpas.
Pese a la fama del futbolista Messi y la alta calidad de las instalaciones, parece que la gestión tiene cambios que hacer y cosas que renovar si quieren evitar que les acaben lloviendo las críticas.