La Policía Nacional detuvo el pasado martes a un hombre de 34 años y nacionalidad marroquí que intentó apuñalar al propietario del bar donde había trabajado como camarero, un local situado en la Platja de Palma, después de exigirle 2.000 euros y recibir uno no como respuesta. La central de emergencias del 092 recibió una llamada a las doce y cuarto del mediodía alertando de una fuerte discusión entre dos personas en un establecimiento. Cuando llegaron los agentes, el encargado explicó lo que pasaba, pero el excamarero aseguró que no había hecho nada y, después de ser identificado, abandonó el lugar.
Volvió armado con barras de hierro y un cuchillo
La patrulla policía también se marchó, creyendo que la situación se había solucionado. No obstante, el ahora detenido volvió al cabo de un rato, armado con un cuchillo con la hoja rota y dos barras de hierro con las que empezó a golpear el mobiliario del bar y amenazó con el arma blanca a las personas que estaban allí. Entre ellas, el encargado, a quien intentó apuñalar hasta cinco veces. Afortunadamente, el hombre pudo esquivarlo y escapó corriendo, con el presunto agresor persiguiéndolo.
Los agentes volvieron de nuevo al bar, pero ya no los encontraron. Organizaron una búsqueda por el barrio para localizar al atacante, a quien pillaron en una de las calles en actitud muy agresiva y todavía con el cuchillo en la mano. Se resistió a la detención, mostrándose bastante violento tanto con los agentes como con los sanitarios que también acudieron al servicio.
Finalmente, consiguieron reducirlo y lo arrestaron acusado de un delito de daños, amenazas, resistencia a la autoridad y desobediencia. Las dos barras de metal que utilizó para destrozar el bar las encontraron con ayuda del personal de seguridad de otro local, y las intervinieron.