Un hombre acusado de abusar de la hija de su pareja se ha declarado inocente ante la Audiencia de Cantabria, asegurando que la trató "como un padre" y que la menor se lo inventó para que su padre biológico y su madre volvieran.
Acusado de abusar sexualmente de su hijastra se declara inocente
El acusado de abusar de la hija de su pareja se ha declarado "inocente" en el juicio celebrado este miércoles en la Audiencia de Cantabria, en el que ha asegurado que la trató como un "padre". Ha achacado la acusación de la menor al deseo de que su madre y su padre biológico vuelvan a estar juntos.
Sin embargo, la niña, que tiene 15 años, se ha ratificado en su declaración y ha explicado que desde que ya no convive con el acusado se encuentra mejor, después de haber tenido que recibir asistencia psicológica.
Cuatro episodios de abuso sexual mientras dormía
La menor ha relatado que se produjeron cuatro episodios. El primero fue en 2017, cuando el acusado, según ha explicado la niña, entró en su habitación de madrugada y empezó a bajarle el pantalón del pijama cuando ella estaba en la cama.
Otros episodios similares se produjeron hasta otro más grave, el 6 de agosto de 2019, cuando el acusado volvió a entrar en su habitación. Según el testimonio de la víctima, le bajó el tanga que tenía puesto debajo de la camiseta larga que llevaba para dormir mientras le observaba sus partes íntimas con la linterna de su teléfono móvil.
Le baja los pantalones y el tanga de madrugada para verle los genitales
En las cuatro ocasiones la menor ha explicado que se dio cuenta de lo que ocurría y se tapó, mientras que el acusado, que se enfrenta a una pena de cinco años y medio de cárcel por un delito continuado de abuso sexual a menor, salía de la habitación.
El acusado no ha negado que estuviera en el dormitorio de la menor, aunque ha alegado que en la primera ocasión lo que ocurrió fue que se tropezó y se agarró a la niña para no caerse. La última vez ha dicho que fue a tapar a la niña porque estaba la ventana abierta y se le cayó el móvil al suelo.
Para argumentar qué hacía en el cuarto de la niña de madrugada, ha dicho que iba para coger ropa de un armario antes de ir a trabajar.
La relación se deterioró después de los hechos
Víctima y agresor han admitido que al principio, cuando el acusado empezó a vivir con la madre de la menor, con la niña y con su hermano mayor, la relación de ambos era "buena", pero que después se fue deteriorando.
El hombre ha asegurado que la trató como a una "hija" y ha situado el principio del deterioro de la relación en el nacimiento de la hija que tuvo con la madre de la menor.
A partir de ahí, según ha manifestado, la niña empezó a tener un carácter "insoportable". "No lo entiendo. Solo creo que quería que sus padres volvieran a estar juntos", ha apuntado el acusado, que después ha dicho que está viviendo un "infierno" con esta acusación, sin poder ver a su hija desde hace dos años.
"Se arregló" después de hablar con la madre
Por su parte, la menor ha admitido el cambio de actitud hacia la pareja de su madre, pero a raíz de los abusos. También ha declarado que no sabía lo que le pasaba, hasta que se lo confesó a su madre, a la que ya había advertido del primer episodio.
La mujer, por su parte, ha explicado que tras hablar los tres "se arregló" y que después nunca vio ninguna actuación de su pareja que le hiciera sospechar.
La fiscalía y la acusación particular han mantenido sus peticiones de pena, que también incluyen libertad vigilada tras salir de la cárcel e inhabilitación para ejercicio de la patria potestad durante cuatro años y para profesión u oficio que conlleve contacto con menores por tiempo de ocho años.
"Me porté como un padre, soy inocente"
A su turno, la defensa ha argumentado que la acusación "no se sostiene" con las pruebas aportadas y da "escasa credibilidad" al relato de la menor.
Para ello, han utilizado el informe de los servicios sociales que se utiliza normalmente para considerar creíble el relato de una víctima de abusos sexuales, pero la denunciante responde positivamente en 11 de los 19 parámetros.
"Me porté como un padre desde los 19 años, cuando llegué a la casa, hasta los 26", ha defendido el acusado en su turno de última palabra, que ha cerrado subrayando: "soy inocente".