El mundo de las drogas y la delincuencia no entiende de jubilaciones. Este es el caso de un hombre de 70 años que ha sido detenido por los Mossos d'Esquadra acusado de vender hachís en una antigua frutería de Cornellà de Llobregat. La investigación que ha acabado con su detención se inició el pasado mes de mayo, cuando los agentes de la policía catalana tuvieron conocimiento que se podría estar traficando con sustancias estupefacientes en un local habilitado como vivienda en el barrio de Sant Ildefons de este municipio del Baix Llobregat.

Los investigadores montaron un dispositivo de vigilancia para intentar aclarar si las informaciones que tenían eran ciertas y comprobaron que, efectivamente, entraban y salían personas que en su interior habían adquirido sustancias estupefacientes. Entre los compradores, incluso, había menores de edad. Una vez confirmado que el local se había convertido en un punto de venta de drogas, se pidió autorización al Juzgado de Guardia de Cornellà para poder hacer una entrada y registro, que se pudo llevar a cabo el pasado 2 de junio. Dentro de la antigua frutería, encontraron hachís preparado para la venta, más de 8.000 euros provenientes del lucro del tráfico de drogas y otros indicios relacionados con la investigación. El responsable del punto de venta, un hombre de 70 años, quedó detenido.

Segundo golpe contra el tráfico de hachís en Cornellà en pocos días

La antigua frutería no era el único punto de venta de hachís en el barrio de Sant Ildefons de Cornellà. El pasado 25 de junio los Mossos desmantelaron otro en el interior de un domicilio y detuvieron a su responsable, un hombre magrebí de 31 años que se había convertido en el principal distribuidor de esta droga en la zona. Después de semanas de vigilancia, y una vez conseguidos todos los indicios necesarios, los agentes entraron y registraron el piso, donde localizaron 8,2 kilogramos de hachís y 2.500 euros en efectivo provenientes, supuestamente, del tráfico de drogas.