Esta madrugada unos ladrones, de los que se conocen como teloneros, activos en la AP-7, especializados en robar en camiones para hacerse con la carga y huir a gran velocidad, han asaltado, según ha podido saber ElCaso.com, una furgoneta cargada de televisores de 65 pulgadas. Los hechos se han registrado en l’Arboç, en el Baix Penedès; los ladrones se han enfrentado al camionero y han exhibido armas blancas. Alrededor de las cuatro de la madrugada, una patrulla de Sant Sadurní d’Anoia detecta la furgoneta que habían usado los ladrones e inicia un seguimiento, al que se van sumando más patrullas para intentar interceptar la furgoneta y el botín, una gran cantidad de televisores.
A la altura de Cerdanyola, se han incorporado a la C-58 en sentido Barcelona, han hecho un cambio de sentido en Montcada y han vuelto a tomar la C-58 en dirección a Terrassa hasta que, a la altura de Ripollet, al verse ya casi atrapados, han abandonado la furgoneta —y los televisores— y dos individuos han huido corriendo. Uno de los ladrones ha caído y se ha lesionado. Se trata de un hombre de nacionalidad marroquí, con once antecedentes, que iba de copiloto. El conductor, en cambio, ha logrado escapar. El herido está fuera de peligro, ha sido atendido, ya detenido, y presenta un pronóstico leve, con rasguños y contusiones por haber caído al intentar escapar de la policía, cruzando la carretera.
Los Mossos han asegurado la circulación y se han llevado la furgoneta a la comisaría de Cerdanyola para realizar el recuento de los televisores y, a la vez, poder gestionar la devolución del material a sus legítimos propietarios. La investigación policial deberá intentar aclarar quién es el conductor —las bases de datos policiales pueden ser útiles, cruzando los datos de identificaciones previas del detenido, para saber con quién se mueve— y poder arrestarlo también, con la agravante, además de robo con violencia, de conducción temeraria.
Los teloneros, un peligro
Este tipo de robos son habituales en la AP-7 en su paso por Catalunya. Los teloneros aprovechan que los vehículos pesados hacen paradas para descansar en áreas de servicio para hacerse con la mercancía, que después, si no acaban detenidos, venden en el mercado negro, donde los receptores ya esperan los productos. Las investigaciones policiales y el patrullaje por las áreas de servicio y por la autopista no logran desarticularlos. Es un buen negocio, aunque ilícito. Las fugas de estos ladrones, que también actúan con coches de alta gama para intentar huir más rápido de la policía, son un peligro. En algunas ocasiones, incluso, lanzan objetos y extintores contra las patrullas policiales de los Mossos.