Luis Carlos G.D., conocido popularmente con el sobrenombre de Carolo, era un amigo de Esther López de Traspinedo (Valladolid). Aunque en un primer momento se convirtió en uno de los sospechosos de la muerte y desaparición de la joven de 36 años, ahora se ha convertido en un testimonio clave, ya que fue la penúltima persona que la vio antes de que desapareciera sin dejar rastro.
El 12 de enero de este 2022, Esther salió con sus amigos a ver un partido de fútbol y a tomar una copa en Traspinedo, un pequeño municipio cerca de Valladolid. Entre el grupo de amigos estaban Óscar, el principal sospechoso de su muerte violenta y Carolo, otro amigo del grupo que, en un primer momento, también fue investigado.
Carolo, la penúltima persona en ver a Esther López viva
Carolo fue la penúltima persona al verla con vida. Después de pasar parte de la noche de fiesta, subieron al coche de Óscar, tenía que hacer dos paradas: una para dejar a Carolo y otra, supuestamente, para dejar a Esther en su casa.
Cuando Carolo bajó del coche, según la versión del sospechoso, empezaron a discutir porque ella quería seguir de fiesta, pero él no. A raíz de esta supuesta discusión, la joven de 36 años le pidió que le dejara bajar del vehículo en unas circunstancias muy extrañas, ya que estaban en una carretera poco iluminada, en menos 7 grados bajo cero y de madrugada.
La extraña versión del sospechoso de la muerte de la joven de Traspinedo
Según explica El Norte de Castilla, Óscar declaró a la Guardia Civil que cuando Esther bajó del coche, quería ir a casa de Carolo. No obstante, Carolo no se cree esta versión de los hechos y sospecha que Óscar está mintiendo. De hecho, según explica el amigo de la joven de Traspinedo, cuándo estaban los tres en el coche, no sugirió en ningún momento seguir de fiesta.
La extraña actitud de Óscar los días posteriores a la desaparición
Esto, sumado a los mensajes de voz que envió anteriormente, donde explicaba su clara intención de irse a casa, hace que la frágil coartada de Óscar no se sostenga por ningún lado. "Si hubiera bajado del coche de manera voluntaria, habría ido a su casa, ya que donde se paró el vehículo estaba en menos de un kilómetro de su casa", dice Carolo a la Guardia Civil.
Carolo, a su declaración, también añadió que le parecía muy extraña la actitud de Óscar los días posteriores a la desaparición, ya que se mostró poco preocupado por su amiga. Siete meses después de los hechos, todavía no se sabe quién la mató. Hay muchos indicios hacia Óscar, pero de momento, ninguno de ellos ha sido determinante para tomar medidas cautelares contra él.