Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han estado trabajando durante toda la mañana de este martes en un operativo contra el narcotráfico en el área metropolitana de Barcelona. En el punto de mira tenían a una organización criminal internacional que introducía hachís a Cataluña por mar con el objetivo de distribuirla por todo el territorio y por parte de Europa.

Durante la operación policial se han realizado varios registros en domicilios de hasta seis municipios de la zona, en concreto en Rubí, Cerdanyola y Terrassa, en el Vallès Occidental; en Canovelles (Vallès Oriental); en Cabrils y Mataró, en el Maresme; y Sant Adrià del Besòs (Barcelonès). Además, se ha encontrado una de las embarcaciones que los narcotraficantes utilizaban para entrar el hachís en Cataluña, y se ha hecho una entrada a la sede de un local náutico del puerto de Mataró.

La investigación, que ya ha llevado a la detención de cinco personas, está en manos de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra que, por otro lado, ha intervenido 8.000 euros en efectivo, dos coches y un semiremolque, diversas armas de fuego y documentos. La operación se ha explotado semanas después de un incremento de llegadas de este tipo de droga por la costa catalana

Pillados los 'braceros' del hachís en Mataró

El pasado mes de febrero los Mossos d'Esquadra detenían a quince personas relacionadas con la introducción de hachís en Cataluña a través del puerto de Mataró (Maresme). Los traficantes estaban entrando 1.500 kilos de esta droga, utilizando una embarcación ligera, cuando fueron pillados. En torno a las cuatro de la madrugada del 5 de febrero, el vigilante del puerto se dio cuenta de que una lancha de gran potencia intentaba acceder a la dársena cargada con fardos. El hombre llamó al 112 y cuando llegaron los Mossos, les mostró las imágenes de las cámaras de seguridad, y la policía confirmó que se trataba de una entrada de droga al puerto.

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Los fardos llenos de hachís que se interceptaron en el puerto de Mataró | Mossos d'Esquadra.

Los Mossos cortaron los accesos al puerto, ya que observaron que varias personas, las encargadas de recibir la mercancía en el suelo y conocidas como "braceros", estaban descargando los fardos y metiéndolos en el interior de un camión. Algunos de los traficantes se marcharon con la lancha, pero el resto, un total de quince, no se pudo marchar del puerto: fueron detenidos cuando intentaban salir. En uno de los camiones que interceptaron los Mossos, se encontraron 50 fardos de hachís, con que sumaban un total de 1.500 kilos de esta droga.

La lancha en la cual transportaban la mercancía apareció abandonado en una playa entre Mataró y Llavaneres, donde la policía cree que los traficantes habían hecho otro desembarque, después del cual huyeron con otra embarcación.