Gisèle Pelicot, la mujer que durante una década fue drogada por su, ahora ya, exmarido para que la violaran hasta una cincuentena de hombres en la cama matrimonial, se ha enfrentado con el hombre con quien compartió medio siglo de vida en su segunda declaración durante el juicio que comenzó a principios de septiembre en Francia. "¿Cómo me pudiste traicionar así?", le ha preguntado a Dominique Pelicot, sin mirarlo a la cara. "Hoy, en esta sala, sigo sin comprender cómo este hombre, este hombre perfecto, pudo llegar a hacer eso".
"Soy una mujer completamente destruida y no sé cómo me podré reponer", ha sentenciado durante su intervención ante el tribunal de Aviñón, mientras el público aplaudía su valentía, aunque ella ha remarcado que "no es valentía, es voluntad y determinación para hacer evolucionar esta sociedad". Y es que Gisèle ha estado presente en casi todas las vistas del juicio, que ella misma decidió que fuera público, autorizando el acceso de la prensa a la sala.
"El violador puede estar dentro de tu familia, entre tus amigos"
Durante el último mes y medio en el que han declarado los cincuenta hombres acusados de haber violado a Gisèle mientras esta yacía inconsciente en la cama, drogada durante la cena por su propio marido, que invitaba a los acusados después de ponerse en contacto con ellos por Internet, las mujeres, hermanas e hijas de los sospechosos han declarado que sus respectivos parientes eran "hombres excepcionales". Ante eso, Gisèle Pelicot ha argumentado que ella también tenía uno de estos hombres en casa: "El violador puede estar dentro de tu familia, de tus amigos".
La segunda intervención de Gisèle durante el juicio ha tenido lugar cinco días después de que su exmarido compareciera ante el tribunal, el viernes pasado. Lejos de negar los hechos, asumió la culpa, asegurando que era un violador, "como el resto de los hombres de la sala" y explicó de forma detallada su modus operandi.