Víctor Brun es un hombre a quien le tocó una de las cestas de Navidad más caras del mundo, de 360.000 euros y, lo que parecía ser una vez de suerte, se acabó convirtiendo en una tragedia, ya que lo ha perdido todo y se ha arruinado.
Cesta de Navidad de 360.000 euros
Todo empezó cuando, el año 2014, ganó un cesto de Navidad valorado en ni más ni menos que 360.000 euros. El premio incluía un coche de alta gamma, otro coche normal, un viaje a Australia, casi 60 jamones y muchos lingotes de oro, según explica Cuatro.
"Fui el hombre más feliz del mundo cuando me tocó el cesto de Navidad, pero después me tocó pagar a Hacienda", explica Víctor Brun indignado, ya que nadie le avisó de la cantidad de dinero que tenía que pagar.
Víctor Brun arruinado
"Al cabo de tres meses de ganar el premio, me dijeron que tenía que pagar una cantidad desorbitada de dinero a Hacienda y yo no sabía nada. Debo 251.000 euros y me he tenido que vender casi todo el que he ganado. No me ha tocado la lotería, me ha tocado pagar".
Así y todo, la propietaria del bar donde Brun compró el boleto explica que en el boleto está todo explicado y que no se culpa del establecimiento, ya que tendría que haber leído las condiciones antes de jugar el sorteo. Dependiendo de cada comunidad autónoma, cuando se gana un premio tan grande, se tiene que tributar entre un 45% y un 52% del total a Hacienda, cosa que no hizo Brun.
'La maldición de la lotería'
El caso de Víctor Brun no es excepcional y, de hecho, más del 70% de los ganadores de premios de loterías de Navidad acaban arruinados al cabo de cinco años, fenómeno que se conoce popularmente como "la maldición de la lotería".