Piden colaboración ciudadana para encontrar a Galia, una chica de 24 años desaparecida en extrañas circunstancias en Carballo (Coruña). La Guardia Civil tiene una investigación abierta y todo apunta a que no se trata de una desaparición voluntaria.
Galia Baba Chamah desapareció el 14 de mayo a la parroquia de Bértoa, en Carballo, un municipio de la provincia gallega de la Coruña. Esta joven de 24 años mide 1,51 metros, es de complexión delgada, tiene el pelo negro y rizado y los ojos también de color negro.
Galia vive en O'Porriño, pero estaba visitando a su pareja en Carballo
El rastro de la joven de 24 años se perdió el sábado por la tarde en Bértoa. Según explica el diario La Voz de Galicia, la Galia es una chica de origen saharaui con familia de adopción en O'Porriño (Pontevedra), que es donde vive. No obstante, en el momento de la desaparición estaba en Carballo visitando a su pareja.
Investigación en manos de la Guardia Civil para localizarla cuanto antes mejor
Su rastro se le perdió hacia las 17:30. Salió a caminar por la zona de A Caracola y fue entonces cuando desapareció. Cuando sus amigos, familiares y novio vieron que iban pasando las horas y que no sabían nada de ella, se empezaron a preocupar.
Fue entonces cuando pusieron una denuncia por desaparición a la Guardia Civil, que ha abierto un fuerte dispositivo para localizarla cuanto antes mejor. De hecho, están utilizando drones para buscarla en la zona donde salió a pasear.
Colaboración ciudadana para encontrar a Galia Baba Chamah
En el momento de la desaparición, Galia Baba Chamah iba vestida con unas botas de color negro. Cualquier persona que tenga alguna pista, que inmediatamente se ponga en contacto con Emergencias 112 o con SOS Desaparecidos, que ha difundido una foto y una descripción de la chica pidiendo colaboración ciudadana para encontrarla cuanto antes mejor.
Identificado el cadáver desconocido d'O'Porriño: muerte violenta
El pueblo donde vive Galia, O'Porriño, se hizo conocido hace unos años, ya que encontraron el cadáver de un hombre con signos evidentes de haber sufrido una muerte violenta en el interior de un pozo. Los investigadores lo intentaron identificar, pero no lo consiguieron. Fue entonces cuando, desde los juzgados, difundieron un retrato robot de la víctima pidiendo colaboración ciudadana para ponerle nombre. Después de semanas de búsqueda, consiguieron identificarlo y hay una investigación abierta para saber quién lo asesinó y cuál fue el móvil del crimen.