El propietario de un negocio de compraventa de vehículos de segunda mano no tendrá que pagar más de dos millones de euros a Ferrari por llevar un Ford tuneado que parecía el de la marca italiana. Así lo ha eximido el magistrado del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña, según ha difundido la sentencia del pasado 28 de septiembre el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG, por las siglas en gallego). El hombre estaba acusado de un delito contra la propiedad intelectual y por explotar los derechos de la compañía al tener un coche en Arteixo que aparentaba ser de la lujosa firma de automóviles.
Así, pues, aunque la sentencia se puede recurrir ante la Audiencia Provincial de A Coruña, el magistrado ha considerado probado que, durante los primeros días de octubre de 2018, el hombre compró un vehículo Ford Cougar, al que personas desconocidas previamente le habían realizado "varias modificaciones". Con esto habían logrado "una cierta apariencia de pasar por un Ferrari F430 Scuderia", ha concluido. Las alteraciones, sin embargo, afectaban a diferentes elementos de la carrocería y el interior del turismo, además de tener en lugares visibles "emblemas y escudos con el nombre de Ferrari, F430, Scuderia y el caballo rampante característico de Ferrari".
Muy parecidos o de fabricación artesanal
Los escudos del mítico caballo de la marca italiana, no obstante y según ha indicado el juez de lo Penal gallego, eran "muy parecidos a los de Ferrari", pero otros eran de "fabricación artesanal". Esto ha llevado a señalar al magistrado que el propietario del negocio de compraventa lo adquirió teniendo conocimiento de que en realidad "no se trataba de un Ferrari" y con la intención de utilizarlo como vehículo de gerencia del establecimiento del cual es propietario. El turismo fue decomisado el pasado 22 de octubre de 2018 por la Policía Local de Arteixo y, en aquel momento, se podía observar con claridad que había enganchado dos adhesivos de su negocio.
Por todo ello, el titular del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña ha rechazado que se pudiera probar la comisión de un delito contra la propiedad intelectual. Precisamente porque "difícilmente resultaría creíble que supiera ni una palabra de modelos o dibujos industriales de vehículos y menos sabrá aunque pueda existir un registro por parte de Ferrari de los componentes del Ferrari 430 Scuderia en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea".
Las preguntas abiertas del juez a Ferrari
Finalmente, el magistrado, que ha eximido al hombre del pago de 2,1 millones de euros que le pedía la compañía de automóviles italiana, ha concluido la sentencia con varias preguntas: "¿Acaso el uso de un coche tuneado, que aun para los menos entendidos claramente resulta patente que no es un Ferrari, vulnera las reglas de la competencia? ¿Va a perder la marca Ferrari alguna venta de sus exclusivos vehículos por el hecho de que un vendedor de coches de segunda mano se pasee por Arteixo en un Ford Cougar que se parece a un Ferrari? ¿De verdad que se está pretendiendo una condena a penas de prisión y que incluye, de manera añadida, el pago de no menos de 2.100.000 euros por el daño reputacional provocado por el acusado en la imagen de la marca?".