El hombre de 63 años que ha muerto este martes en la cala Montgó de Torroella de Montgrí (Girona) se quedó atrapado bajo el agua, enganchado con la cadena del ancla de su barco. Según ha informado la Guardia Civil, la víctima, de que estaba pasando unos días de vacaciones con su familia, intentó quitar el ancla, pero esta quedó atrapada entre unas rocas, y desde la embarcación no conseguía liberarla. Por eso decidió lanzarse al mar y bucear hasta el fondo de la cala. Esta decisión, sin embargo, resultó ser fatal, ya que se enredó con la cadena y le resultó imposible salir a la superficie.

Al ver que no subía, su mujer se tiró también, e intentó desenredar la cadena que le había quedado envuelta alrededor al pie derecho. Ella tampoco pudo, y volvió a la embarcación rápidamente para llamar a los servicios de emergencia. A pesar de la rápida llegada de los sanitarios, el hombre ya había tragado mucha agua y le había llenado incluso los pulmones. Las maniobras de reanimación de los paramédicos no tuvieron efecto, y no pudieron hacer nada más que certificar su muerte.

Hasta el lugar del accidente se personaron también patrullas de la Guardia Civil, que han asumido la investigación del caso, con una unidad naval y efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), que fueron los encargados de liberar y recuperar el cuerpo del hombre.

Cuarta persona ahogada este verano

Miembros de los Bombers de la Generalitat, de Protección Civil y de la Policía Local de Torroella-L'Estartit dieron apoyo a las unidades del Instituto Armado, y desde el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) enviaron a un psicólogo para dar apoyo a la familia del hombre ahogado en esta cala de Torroella de Montgrí, la cuarta persona al morir en las costas catalanas desde el inicio de la temporada estival de este año.