Todas las personas que disponen de un coche deben vivir la tediosa tarea de pasar la ITV, la Inspección Técnica de Vehículos. Se trata de la revisión que los vehículos deben pasar periódicamente y que depende de la antigüedad. En el caso de los coches, estos tienen su primera cita con la ITV al cumplir cuatro años desde la fecha de su primera matriculación.

Pero, ¿cuál es su objetivo? 

Siempre nos preguntamos por qué es importante hacer este tipo de comprobaciones en nuestros vehículos. Pues bien, aunque nos parezca una tarea de lo más aburrida y que siempre dejamos para el último momento, la verdad es que es muy necesaria y crucial. El objetivo de esta inspección es verificar que el coche cumpla todas las normas de seguridad que le sean aplicables según el tipo de vehículo. 

En la ITV existen tres tipos de valoraciones: la favorable - todo está correcto -, la desfavorable -hay un fallo mínimo que se puede arreglar llevando el coche al taller -, y la negativa - se da por la acumulación de fallos graves y exige que sea una grúa la que lleve el coche a reparar. 

En caso de pasar satisfactoriamente la revisión y adquirir una valoración favorable, el conductor obtiene una pegatina que debe colocarse en un sitio visible, donde se indica la fecha de la próxima revisión. Esta pegatina es obligatoria y, de hecho, no llevarla puede acarrear consecuencias económicas para el conductor del vehículo.

No llevar la ITV al día puede tener consecuencias

Además de llevar la pegatina visible en nuestros coches, es muy importante que esté actualizada y no caducada. De esta manera, circular con la ITV sin actualizar está sancionado con multas de 200 euros, de la misma forma que hacerlo con un resultado negativo y desfavorable, casos en los que el importe se eleva hasta los 500 euros. Pero, más allá del resultado de la ITV o de su caducidad, no llevar la pegatina visible comportará sanciones de 80 euros.

Manipular la pegatina de la ITV te puede llevar a prisión

También existen otros comportamientos que pueden comportar una sanción económica bastante grave para los conductores, como, por ejemplo, falsificar la pegatina de la ITV nos puede salir mucho más caro. En este caso estaríamos hablando de un delito de falsedad documental, por lo que puede conllevar penas de prisión.

Según el Código Penal, el delito de falsedad documental se comete cuando una persona altera, modifica, simula o falsifica un documento o una de sus partes. En este caso, la persona puede ser sancionada con una multa económica de entre 6.000 y 12.000 euros y una pena de cárcel de entre 3 y 6 meses.