Un oftalmólogo de Girona acudió a finales del mes de octubre a la comisaría de los Mossos d'Esquadra para denunciar que un hombre utilizaba sus recetas médicas para conseguir un medicamento. El individuo nunca había pisado la consulta del profesional, hecho que levantaba todas las sospechas de que el supuesto paciente había falsificado el papel que llevaba a las farmacias para conseguir el fármaco. A raíz de la declaración, la Unitat d'investigació de los Mossos inició unas pesquisas y pudo comprobar que el hombre utilizaba una receta fraudulenta. 

Los agentes, además, pudieron ver que el individuo no pedía un medicamento cualquiera. Se trata de un fármaco que contiene una sustancia adictiva y perjudicial, que podría tener efectos secundarios graves para la salud y que, en algunos casos, se utiliza como droga. El sospechoso consiguió el medicamento hasta trece veces en cuatro farmacias de Girona diferentes. Hubo semanas que incluso lo consiguió dos días diferentes. 

Hay una quinta farmacia, también en Girona, donde el individuo también quiso comprar el medicamento, pero esta no quiso hacerlo, ya que tuvieron sospechas de que la receta había sido falsificada. De hecho, el farmacéutico propietario de esta tienda fue quien, al ver el documento, llamó al oftalmólogo dando el aviso de alarma.

Sin antecedentes policiales 

Los Mossos d'Esquadra iniciaron un dispositivo de búsqueda y, finalmente, el miércoles, 12 de noviembre pudieron detener al hombre, de 56 años, como supuesto autor de un delito de falsificación documental. El individuo, cuya nacionalidad la policía no ha comunicado, no tiene antecedentes policiales y se espera que en las próximas horas pase a disposición judicial ante el juez en funciones de guardia del Juzgado de Girona. 

La policía catalana investiga ahora si el individuo conseguía este tipo de medicamento, del cual se puede extraer droga, para el consumo propio o si, por el contrario, lo vendía después a otras personas.