Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 77 años, de nacionalidad francesa, por la muerte, en un pueblo de Occitània, este lunes, de una mujer de 38 años, de nacionalidad rumana. Los hechos se descubrieron el lunes, cuando la policía de Puègserguièr, localidad ubicada en el departamento de Erau, encontró el cuerpo sin vida, en un charco de sangre, de una mujer, en casa de Michel G., el ahora detenido.
La búsqueda del sospechoso fue rápida y la rápida interlocución de la policía francesa con los Mossos, desde el Centre de Coordinació Policial Duanera del Pertús, punto de encuentro clave entre la policía catalana y la gala, permitió saber que el hombre había cruzado la frontera administrativa y que había entrado en nuestro país a la una y media del mediodía de ese mismo día, el 16 de junio. Sabían casi con detalle adónde iba: este jubilado, viudo desde hacía pocos meses, tenía un alojamiento en Empuriabrava, donde se cree que quería esconderse de la policía. Pero no tuvo suerte.
La casa de Empuriabrava, rodeada
Desde la comisaría de Roses se activó un dispositivo discreto de búsqueda para localizar al hombre, que podía ir, según la policía francesa, armado, por su pasado vinculado al ejército. Agentes de la USC y de la Unidad de Investigación, en colaboración con agentes de la policía local de Castelló d’Empúries, localizaron el vehículo del hombre, cerca del aparcamiento que tiene en Empuriabrava. Durante toda la tarde, la noche y buena parte de la mañana del día siguiente, los agentes mantuvieron rodeado el piso, esperando poder verlo.
Hacia las 12 del mediodía, los investigadores detectaron al hombre cuando salía del domicilio, lo identificaron y lo trasladaron a la comisaría de Roses para realizar gestiones con las autoridades francesas y confirmar que había una orden de detención pendiente. El Àrea de Coordinació Interpolicial (ACINTER) de los Mossos d’Esquadra tramitó la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE), emitida por la autoridad judicial francesa competente, que permitió la detención del hombre, para quien la justicia francesa solicita una pena máxima de 30 años de prisión por la muerte de esta mujer, con la que, por ahora, se desconoce qué relación tenían.
El hombre ha sido entregado telemáticamente a la Audiencia Nacional, que será la encargada, ahora, de dar cumplimiento a la orden de entrega internacional y trasladar al hombre hacia Occitània, donde tendrá que responder por las acusaciones de este extraño asesinato que ha conmocionado a la villa de Puègserguièr. El hombre llevaba dos meses viviendo solo, y ahora los agentes de la policía de Besiers investigan qué relación tenía el soldado jubilado con la joven; algunos vecinos aseguran que vivían juntos y que estaban pintando el piso, aunque eran personas solitarias que no tenían mucha relación con el resto de la comunidad de este pueblo.