Lo que iba a ser una inspección rutinaria para comprobar si se mantenía el bienestar de un rebaño de ovejas y cabras ha acabado destapando una plantación de marihuana de más de 200 plantas. Todo empezó el día 10 de diciembre en Riells i Viabrea, en Girona, donde la Unitat Regional de Medi Ambient (URMA) de Girona fue a inspeccionar una granja de explotación ovina y caprina después de recibir información sobre posibles irregularidades en la gestión de residuos y estiércol. Los agentes hicieron una inspección ambiental y, tal como anunciaban las informaciones que habían recibido, encontraron las primeras deficiencias administrativas relacionadas con el bienestar animal. 

La investigación no terminó ahí. Los agentes de la URMA acudieron al día siguiente, el 11 de diciembre, a otra granja propiedad de los mismos ganaderos, en este caso situada a poco más de trece kilómetros, en Fogars de Montclús (Barcelona). El escenario que los policías se encontraron, sin embargo, no fue mejor. Los Mossos localizaron excrementos depositados directamente sobre el suelo no impermeabilizado, acumulación de residuos domésticos y animales en el exterior de la nave, y una falta evidente de medidas de bioseguridad. Los animales —de los cuales los datos en el Libro de Registro de Explotación no eran completos y había errores graves— no tenían las condiciones de alojamiento adecuadas y muchos de ellos no llevaban el crotal, es decir, la etiqueta de identificación obligatoria. 

Sorpresa en los almacenes 

Los Mossos d'Esquadra, además, registraron los dos almacenes de la finca, que estaban alquilados a una tercera persona. Los policías vieron que en el interior de las instalaciones se guardaba algo más que paja. Con el apoyo de la Unitat d'Investigació de la comisaría de Granollers, los agentes realizaron una entrada y registro en los almacenes el día 12 de diciembre y localizaron 264 plantas de marihuana distribuidas en dos salas (90 en una y 174 en la otra). Además, había todo el material necesario para el cultivo intensivo: ventiladores, extractores, paneles, filtros y aparatos de aire acondicionado. Asimismo, los Mossos descubrieron que el responsable de esta plantación había pinchado la luz para evitar facturas sospechosas. 

Finalmente, la policía catalana detuvo al individuo que alquilaba ambos almacenes. Se trata de un hombre de 38 años, nacido en Albania y sin antecedentes policiales, acusado de ser el supuesto autor de un delito contra la salud pública y de un delito de defraudación de fluido eléctrico. En cuanto a los responsables de la explotación ganadera, los Mossos han tramitado las numerosas denuncias administrativas al Ayuntamiento de Fogars de Montclús y a los departamentos competentes en cada materia de la Generalitat de Catalunya por las graves infracciones ambientales y de bienestar animal detectadas durante las dos inspecciones.

Fogars
Plantación en el interior de uno de los almacenes / Mossos