Un hombre de 35 años y una mujer de 34 años han ingresado en prisión después de haber estafado más de 35.000 euros a once víctimas de Barcelona y el Vallès Occidental. La pareja, que había estado actuando durante años, conseguía los datos personales y bancarios de las víctimas de forma fraudulenta y después actuaban con su nombre a través de la banca en línea. Lo hacían, sin embargo, con el método antiguo. Lejos de los falsos mensajes SMS o de WhatsApp que utilizan ahora a los estafadores para obtener los datos, estos delincuentes las obtenían robando las cartas del buzón.
Robaban las cartas del buzón para obtener los datos de la víctima
Una vez conseguían la correspondencia postal y obtenían sus datos personales y su número de teléfono, pedían la portabilidad hacia otra compañía telefónica para poder obtener una tarjeta SIM que enviaban a alguna tienda próxima a su lugar de domicilio. Con la posesión de estas tarjetas, los estafadores podían actuar en la banca en línea sin obtener el permiso de los titulares. Así conseguían dar de alta nuevas cuentas corrientes o nuevas tarjetas, solicitar préstamos u otros actos jurídicos. En algunas ocasiones, habían llegado a comprar teléfonos móviles de alta gama y patinetes eléctricos que, posteriormente, vendían en plataformas de compraventa por internet.
Después de una larga investigación policial, los dos estafadores pudieron ser identificados y detenidos por los Mossos d'Esquadra el pasado 23 de marzo. Están acusados de ser los presuntos autores de los delitos de estafa, usurpación de estado civil, falsificación de documento públicos, uso de documento legítimo sin estar autorizado e intrusión en sistemas informáticos. Se les ha conseguido relacionar con 32 actos delictivos, pero no se descarta que se puedan sumar más. Después de pasar a disposición judicial, los arrestados, que acumulan más de una veintena de antecedentes policiales, ingresaron en prisión provisional.