Los ladrones también necesitan descansar o echar una pequeña siesta. Un hombre de 21 años entró este sábado a robar en un piso ubicado a la Travessia del Carme de Lleida. El modus operandi del individuo fue el habitual: acceder al domicilio (en este caso, por una ventana abierta) y revolverlo todo para intentar hacerse con los objetos más valiosos que tenían en casa los inquilinos. Pero, por lo que parece, en un momento dado, acabó en una de las habitaciones, se estiró en la cama y se quedó completamente dormido. Tanto que la mujer y propietaria del inmueble, según explicó a la Guardia Urbana de la ciudad, llamó a la policía porque había llegado a la vivienda, vio la escena del robo y, además, un desconocido estaba echándose una siesta en una de las estancias.

El joven entró por una ventana, robó y después se fue a dormir

El piso, situado en pleno Eje Comercial de la capital provincial, fue revuelto de arriba a abajo por el joven. Nadie se dio cuenta de que alguien había accedido este sábado al mediodía. De hecho, todo apunta que aprovechó un momento que la propietaria salió y entró y perpetró el atraco. Los hechos sucedieron hacia la una del mediodía, que fue cuando una patrulla de la Guardia Urbana de Lleida fue alertada de un posible robo en el interior del domicilio de la Travessia del Carme, según ha explicado Segre. Los agentes, al llegar al lugar, se entrevistaron con la persona que los alertó y esta les relató que hacía unos minutos que había llegado a casa y que solo acceder encontró todo muy revuelto y un desconocido durmiendo en una de las habitaciones.

Los agentes accedieron al interior del piso y localizaron al hombre. Se despertó y, poco después, les explicó que había accedido al piso a través de una ventana que se habían dejado abiertas. La Guardia Urbana lo cacheó y vieron que el joven llevaba un teléfono móvil propiedad de la hija de la mujer. Por todo esto, y a pesar de las extrañas circunstancias en las que fue sorprendido, acabó detenido y acusado como presunto autor de un robo con fuerza.