Se tiene que ir con mucho cuidado si alguien nos ofrece hacernos un servicio o una reparación a pie de calle y por menos dinero que acudiendo a un taller o llamando a un profesional. Los estafadores se aprovechan de la buena fe de la gente y del atractivo de una ganga para robarnos el dinero. Y lo hacen de las maneras más inesperadas, incluso poniéndose la careta de buen samaritano para decirle a alguien que tiene una avería en el coche y, qué suerte, justo conocen a un mecánico que les puede ayudar por un precio muy bajo, incluso ahorrándoles el desplazamiento porque este supuesto mecánico está dispuesto a ir hasta dondequiera que estén aparcados.

Este era exactamente el modus operandi de tres hombres peruanos de 30, 34 y 40 años, que se dedicaban a engañar a jubilados en Platja d'Aro (Girona) advirtiéndoles de que tenían una avería en su coche, una avería que, en realidad, no tenían, y se ofrecían a ayudarlos. Desde principios de año han ido engañando sistemáticamente a personas de edad avanzada, pidiéndoles siempre cantidades inferiores a 400 euros para, en caso de ser pillados, poder evitar penas elevadas.

Al acecho de jubilados que engañaban con el método del falso mecánico

A pesar de haber eludido con éxito las autoridades durante casi un año, el pasado 24 de octubre cayeron después de ser pillados in fraganti por un dispositivo conjunto de las policías locales de Platja d'Aro, Castell d'Aro y s'Agaró en una operación orquestada especialmente para detener a estos tres sospechosos, identificados después de que la última víctima diera una descripción detallada de ellos a los policías. Las detenciones se hicieron en la Avenida Castell d'Aro, la calle escogida por los delincuentes donde esperaban al acecho a sus víctimas a los que decían que tenían una pieza de la dirección del coche rota.

Todas las víctimas manifestaron que los estafadores ponían esta excusa para convencerlos de que tenían una avería y que ellos les podían ayudar. Lo tenían todo bien montado: el individuo que interpretaba al mecánico esperaba en otro sitio a que le llamaran por teléfono. Entonces se acercaba con un pequeño gato hidráulico y levantaba el vehículo mientras hacía "comprobaciones". A menudo, pedía a la víctima que se quedara en el interior del coche para accionar el freno y poder "trabajar" con seguridad. Posteriormente, se ausentaba con la excusa de tener que ir a su taller para coger el semieje que, aseguraba, se tenía que sustituir. Realmente no hacía nada y volvía con dos piezas, una rota y una entera, para hacer la pantomima del cambio. Una vez acababa la "reparación", pedía a la víctima 320 euros, que rebajaba a 200 si aceptaba hacerlo sin factura.

Un grupo peruano con ramificaciones por toda Catalunya

El rastro quedó muy claro después del 20 de septiembre, que fue cuando una de las víctimas describió a los estafadores, así como el tipo de vehículo en el que se marcharon y la hora exacta a la cual se produjo el engaño. Con toda esta información, los agentes del Grupo de Delincuencia Urbana de la Policía Local de Platja d'Aro analizaron las cámaras de seguridad del municipio y encontraron el coche en cuestión, cuya matrícula reveló que los tres sospechosos estaban relacionados con un grupo de delincuentes peruanos activo por toda Catalunya con el método del falso mecánico.

De esta manera, el pasado 24 de octubre las cámaras de videovigilancia detectaron cómo este vehículo entraba en el término municipal de Platja d'Aro y se paraba delante de la plaza del Mercat, el lugar donde se habían producido el resto de estafas. Los agentes vieron en primera persona cómo había un hombre dentro de este coche en actitud vigilante, mientras, a unos metros, en otro turismo, uno de los sospechosos estaba en pleno trabajo intentando engañar a la víctima, y el tercero se paseaba por los alrededores cargando una caja de herramientas.

Varios agentes de paisano, así como dotaciones uniformadas, intervinieron antes de que se pudiera consumar la estafa. La víctima, de 74 años, relató punto por punto cómo lo habían parado para advertirlo de una avería que acababan de "reparar", pero que todavía no había pagado porque estaban negociando el precio final. Los policías procedieron a detener a los tres sospechosos, requisaron las piezas utilizadas para engañar a la víctima y la caja de herramientas, y se les trasladó a comisaría por un delito de estafa.