Una enfermera arrincona brutalmente a una abuela en una residencia. Además la humilla y la golpea en varias ocasiones bajo la atenta mirada de otras dos sanitarias. Los hechos han sucedido a Kosovo, la mujer de avanzada edad y con problemas de movilidad es de origen serbio, mientras que la supuesta profesional del centro es de nacionalidad albanesa. Un dato que podría tener un trasfondo político e ideológico, después de declararse unilateralmente Kosovo independiente de Serbia el 17 de febrero de 2008 y con el objetivo de unir esta pequeña república con Albania. Las diferencias también tendrían raíces religiosas y étnicas, siendo el país situado en el Adriático de mayoría musulmana y el de los Balcanes ortodoxo, con una iglesia autocéfala cristiana especial con patriarcado en Belgrado. En cualquier caso, y ante la dureza de las imágenes, la agresión de la enfermera albanesa hace ver la indefensión que las personas mayores pueden sufrir en manos de una persona que utiliza la violencia para llevar a cabo tareas que, en teoría, requieren una profesionalidad mínima.
Detenida la agresora y dos trabajadoras más que rieron sin hacer nada
El vídeo se hizo viral. Eso permitió identificar a la enfermera, Aurona Pelaj según los medios de Kosovo, y las otras trabajadoras de la residencia para personas mayores de Orenda, en Peje (Kosovo), que rieron ante la brutal agresión. Las tres fueron detenidas después de la denuncia presentada por la hija de la víctima ante las autoridades policiales del país. La violencia y el hecho de haberse grabado pone contra las cuerdas a la sanitaria albanesa, quien podría enfrentarse a una condena de tres años de prisión. Sin embargo, las dos trabajadoras tampoco quedarían impunes, después de las risotadas, burlas y crueldad cometida contra la mujer que, precisamente, se encontraba allí para recibir un tipo de tratamiento por problemas derivados de la edad.
Los agentes kosovares, después de la denuncia y la visualización del vídeo, localizaron el lugar donde sucedió la cruel escena hacia las 14.10 horas de este miércoles, hora local. Una vez allí, detuvieron a las sospechosas. Las presuntas agresoras no han declarado todavía ante la prensa local ni de las autoridades, después de agarrar por las manos a la señora, burlarse de ella, abofetearla y darle patadas. Una escena que tendría que hacer reconsiderar los filtros gubernamentales que pasan las residencias en Kosovo para que esta lamentable escena no vuelva a suceder, especialmente si se descubre que el ataque se realizó por odio étnico más que por trato inhumó. Eso pondría en alerta social un país que se independizó pero que, a la vez, dejó fracturadas dos religiones y dos culturas enfrentadas en la península de los Balcanes desde hace décadas.