El aviso de un coche quemando en un aparcamiento de Mont-ras, en Girona, este martes por la tarde, ha añadido una pista más a la investigación de los Mossos d'Esquadra para descubrir el paradero de los dos sospechosos de ser los responsables del tiroteo mortal durante la verbena de Sant Joan en Girona, este domingo por la noche. Y es que el vehículo, parcialmente calcinado, consta a nombre de uno de estos hombres, escapados de la justicia desde que mataron a tiros a un hombre de 48 años y a una mujer de 44, en el barrio de la Font de la Pólvora. El incidente también dejó dos heridos graves, una mujer y un chico de 14 años, que tuvieron que ingresar en el Hospital Trueta y donde a estas alturas continúan, aunque fuera de peligro.

El vehículo localizado este martes en la calle Mestral es de gama alta y, según las primeras informaciones, un grupo de cinco o seis personas ha llegado al sitio hacia las dos de la tarde con cuatro coches, entre ellos, el del sospechoso. Después de prenderle fuego, en torno a las dos y cuarto, han huido del lugar. Ahora, los investigadores de los Mossos están tratando de determinar si entre estas personas también estaban los dos hombres, Guillermo C.H. y Francisco R.D., que dispararon contra las víctimas, todas de la misma familia, con un subfusil AK-47 después de una discusión. Según parece, el origen de la matanza está en un enfrentamiento previo entre dos familias de etnia gitana, aunque no queda claro cuál es el origen real de la disputa.

El coche ha sido abandonado en un aparcamiento de Mont-ras / Gerard Vilà, ACN.

Largo historial de delitos violentos

De entre los dos hombres habría sido Guillermo quien disparó con el arma de guerra, matando a dos personas en el proceso. Había abandonado la prisión hacía pocas semanas, donde lo acabó conduciendo un largo historial de delitos violentos - entre los que figura un asalto violento a la discoteca Platea de Girona el pasado diciembre - sumando hasta quince antecedentes. La División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra todavía no lo ha podido localizar, ni a él ni a su compañero, Francisco, a pesar de haber peinado tanto el barrio como el municipio de Santa Logaia d'Àlguema; también sospechaban que podrían haber escapado a Granada, pero, de momento, los dos continúan en paradero desconocido.

La familia de las víctimas ha destrozado la casa del sospechoso

Guillermo y Francisco no se esconden solo de la policía. Los miembros del clan rival, a cuyos familiares mataron el domingo, también los buscan, clamando venganza. Ellos tampoco los han podido encontrar todavía, pero, para dar salida a su rabia, y a modo de aviso, el domingo por la mañana se plantaron delante de la casa de Guillermo y la destrozaron. Además, también asaltaron una masía de Sant Miquel de Cladells, propiedad del principal sospechoso, antes de llamar a la policía explicando que podría encontrarse dentro.

Entonces, la Brimo y el Grupo Especial de Intervenciones (GEI) de los Mossos se dirigieron hacia allí. La precaución de la policía catalana se debía al hecho de que sospechaban que Guillermo podía ir armado, ya que no parece que se hubiera deshecho del subfusil que utilizó para disparar a sus rivales. A pesar de todo, cuando entraron solo encontraron una plantación de marihuana; ni rastro de los fugitivos. La investigación y la búsqueda, por lo tanto, continúan en marcha con la esperanza de poder localizar y detener a los dos hombres lo antes posible.