Este martes de madrugada, una joven de 21 años que había participado como voluntaria en los Juegos Olímpicos de París fue encontrada muerta en un apartamento del 18.º distrito de la capital francesa. Al lado de su cadáver apareció su novio, también voluntario, en un estado de semicoma inducido, aparentemente, por unos medicamentos. La madre de la víctima denunció su desaparición después de la ceremonia de clausura del domingo, y la investigación de la policía localizó su teléfono móvil en el suburbio de Seine-Saint-Denis.

El cadáver fue trasladado a un instituto forense para practicarle la autopsia que aclarará cómo murió exactamente. Según el diario Le Parisien, los jóvenes hacía dos años que se conocían y mantenían una relación de pareja. La investigación preliminar reveló hematomas en la parte izquierda de la cabeza de la víctima, así como una herida en el cuello. Con respecto al chico, estaba semiinconsciente y no fue capaz de hablar cuando los policías se dirigieron a él. Los servicios de emergencias lo trasladaron al hospital, pero todo parece indicar que intentó suicidarse tomando pastillas.

La familia de la joven recibió un mensaje inquietante

El rotatorio francés también ha explicado que la familia de la víctima recibió un mensaje, en torno a las doce de la noche, de parte de los familiares del chico, diciendo que les había escrito asegurando que había hecho "algo estúpido". Con esta información, la policía se dirigió al apartamento del joven, en la calle Émile Blémont, donde encontraron el cadáver de su novia. El chico fue detenido por un presunto delito de homicidio, pero tuvieron que posponer la interrogación debido al estado en el que se encontraba.

De momento, la policía de París no ha dado más detalles del caso, pero mantienen la investigación abierta y están a la espera de poder hablar con el sospechoso y aclarar qué pasó exactamente dentro del apartamento la madrugada del martes.