El juzgado de guardia de Barcelona ha dejado en libertad al joven de 19 años, de nacionalidad española, que en la madrugada del domingo fue detenido por haber atacado a un vigilante de seguridad del metro de Barcelona —en la línea L4, la amarilla— y haberle causado heridas muy graves en la cara, llegando a hacerle perder la visión y el ojo izquierdo. El vigilante de seguridad intervino en una pelea y detuvo un enfrentamiento entre el agresor y otras personas, y recibió un puñetazo limpio en la cabeza. Tuvo que ser operado de urgencia.
El agresor, junto con otras personas, huyó, y fue en la zona de Poblenou donde vigilantes de seguridad de refuerzo los interceptaron y detuvieron a uno de los implicados, quien después —mediante las cámaras— se pudo identificar como quien, supuestamente, golpeó al vigilante de seguridad, tal como adelantó ElCaso.com. Se trata de un joven de Badalona, de 19 años, con tres antecedentes policiales, Eric L., que practica boxeo, según han informado fuentes cercanas a la investigación.
En libertad, acusado de un delito de lesiones
Tras ser arrestado en la madrugada del domingo, este lunes pasó a disposición judicial, acusado de un delito de lesiones y quedó en libertad con cargos, a la espera de que avance la investigación y también la instrucción de la causa. El caso ha recaído en el juzgado de instrucción 16 de Barcelona, aunque quien recibió ayer al arrestado fue el 21, también de la ciudad de Barcelona. Ahora se ha inhibido y se trasladará todo el expediente al 16, competente por el día de los hechos. El abogado de la víctima pedirá personarse como acusación particular para seguir el caso de cerca y poder solicitar, si es necesario, medidas cautelares contra el agresor. De momento, ya está en libertad y debe comparecer ante el juzgado dos veces al mes para firmar.
La investigación de los Mossos, por ahora, deja claro, también con las imágenes de las cámaras de seguridad del metro —facilitadas por TMB—, que el detenido fue quien golpeó al vigilante de seguridad, de 40 años, y le provocó las graves heridas. Sin embargo, la investigación sigue en marcha para aclarar también la participación de otras personas que aparecen en las imágenes y que, aunque aún no han sido detenidas, sí están identificadas. Asimismo, la policía catalana también analiza si se puede acusar a los alborotadores de un posible delito de odio, por haber atacado o increpado a personas por su condición sexual o económica, aunque, por ahora, aún no se ha finalizado el atestado, que asumirá la Unitat d'Informació de la policía catalana en la región de Barcelona.