Nuevas imágenes del enfrentamiento de una turba de vecinos del barrio de la Mina, en Sant Adrià de Besòs, contra los Mossos d'Esquadra este viernes por la noche, que terminó con un detenido —uno de los alborotadores— y también con cuatro agentes heridos, tal como avanzó ElCaso.com.
En las imágenes a las que ha tenido acceso este medio se puede ver cómo un grupo de personas intenta evitar la acción de la policía, que había recibido el aviso de la central de alarmas sobre una nueva intrusión en un piso que había sido desalojado judicialmente hacía pocos días. Las personas que, supuestamente, vivían allí antes de ser desahuciadas por el juzgado, junto con un numeroso grupo de familiares, prepararon una emboscada a los agentes. Estos agentes habían sido enviados para evitar que los ocupantes, sabiendo que acababan de entrar, pudieran volver a tomar posesión del piso, lo que habría obligado a iniciar de nuevo un largo proceso judicial.
Los responsables de los Mossos enviaron al piso agentes de paisano y también uniformados, que se encontraron con una resistencia activa por parte de los vecinos, lo que obligó a desplegar hasta la zona equipos de orden público de la ARRO, tal como se ve en estas imágenes. Los agentes, ya equipados con cascos y protecciones, fueron recibidos con hostilidad. Uno de los vecinos, pariente del hombre que, según ellos, vivía en este piso, dio varias patadas desde el hueco de la escalera a uno de los policías. Finalmente, este individuo fue identificado y detenido. Ante la situación cada vez más complicada, y después de detener al hombre que los había atacado, los Mossos se retiraron. En el exterior del bloque de la calle de Marte, los agentes recibieron varios lanzamientos de piedras. Una de estas impactó en la cabeza de un policía de la ARRO, que llevaba casco, evitando heridas graves. En estas mismas imágenes se puede ver cómo la línea policial en el exterior sufrió para contener a la turba, que se enfrentó directamente contra la policía.
Emboscada contra los Mossos
En las imágenes en vídeo se puede escuchar cómo quien graba, entre insultos homófobos, amenaza a los policías y les asegura que volverán a entrar al piso. Y así fue. Tal como avanzó el mismo sábado por la tarde ElCaso.com, la turba “ocupa” volvió a acceder al piso, que todavía está ocupado, y que la policía ha dado por perdido para evitar un nuevo enfrentamiento con los vecinos del barrio de la Mina. Según fuentes de la policía catalana, la mayoría de los identificados son personas de nacionalidad española y de etnia gitana.
Esta emboscada planificada contra la policía para recuperar un piso que judicialmente había sido desalojado, con agentes heridos, se produjo pocas horas después de una reunión de alto nivel entre la consellera de Interior, Núria Parlon, y la alcaldesa del municipio, Filo Cañete. El encuentro sirvió, según ellas, para confirmar que se había “pacificado” el barrio después del tiroteo con 150 disparos del pasado 7 de enero, donde una mujer resultó herida leve por una bala perdida. Los vecinos de buena fe están cansados de que la Mina se haya convertido en un barrio sin ley, donde los clanes, envalentonados y creyéndose impunes, lo dominan todo. Nadie cree que la ocupación del piso del viernes sea por una familia necesitada de un techo. Todo el mundo, también la policía, sabe qué negocio se esconde detrás de las ocupaciones en el barrio de la Mina, en Sant Adrià de Besòs.