La llegada de la verbena de Sant Joan y los lanzamientos de petardos, en caso de hacerse de manera imprudente, pueden comportar que se produzcan incendios en los cuales los Bombers de la Generalitat tengan que intervenir para apagar las llamas. No son pocos los casos en que una chispa del material pirotécnico puede desencadenar un fuego inesperado. El hecho de que este 2024, además, caiga en fin de semana, hace que eso se haya podido producir días antes. Sin ir más lejos, este sábado, minutos antes de llegar a las seis de la tarde, unos lanzamientos de petardos originaron un incendio que quemó unos 6.000 metros cuadrados de campos de cereal junto a la avenida Lluís Companys de Guissona.

Cuatro dotaciones de los Bombers de la Generalitat se desplazaron hasta el lugar para apagar las llamas. Poco después de las seis y cuarto de la tarde, pudieron dar el fuego por controlado gracias al hecho de que un margen de piedra hizo de cortafuego y ayudó a evitar que el incendio se propagara. Según detalla el diario Segre, agentes de la guardia municipal pudieron localizar e identificar a las personas que habían originado el fuego y que resultaron ser unos menores de edad tirante petardos.

Protecció Civil activa la prealerta del Procicat por la celebración de la verbena de Sant Joan

De cara a la celebración de la verbena de Sant Joan este domingo por la noche, Protecció Civil ha activado la prealerta del Procicat. Con el fin de prevenir riesgos y posibles incendios se recomienda comprar petardos en lugares autorizados y no lanzarlos a menos de 500 metros del bosque, aparte de no hacer hogueras sin autorización del ayuntamiento ni a menos de 15 metros de fachadas y coches y nunca bajo líneas eléctricas. En el caso de los correfocs, se recomienda llevar ropa de algodón que llene todo el cuerpo para evitar quemaduras graves. En caso de cualquier emergencia, conviene llamar rápidamente al teléfono de emergencias 112. Para esta noche tan especial, desde el Departamento de Interior se ha establecido un dispositivo extraordinario con más 1.000 controles de los Mossos d'Esquadra, más de 400 efectivos de Agents Rurals y un refuerzo de personal tanto para los Bombers de la Generalitat como a la sala del 112 ante el incremento de servicios que suele ser habitual.