A día de hoy la víctima de esta historia todavía no sabe qué pasó. Solo sabe que la formación, particular y no impartida por el cuerpo de los Mossos d'Esquadra, que un agente de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USC) de la comisaría de Gavà tenía en sanidad táctica le salvó la vida. Y no es un titular pomposo ni exagerado. Los médicos que después lo atendieron y operaron así lo confirman. Edu, el policía, le salvó la vida. El agente ha recibido ahora una medalla durante la celebración del día de las Escuadras de la región metropolitana Sur, celebrado esta semana en Sitges con el comisario jefe de la región Miquel Esquius y el intendente Amadeu Domingo, subjefe, de jefes de ceremonia.

Un amigo lo intentó matar cortándole el cuello con un cutter

Los hechos se remontan a 2023, cuando un joven de Barcelona, de unos 35 años, iba en motocicleta por la C-31, por la zona de Gavà, cuándo quién llevaba detrás, todavía sin ninguna explicación aparente, a pesar de ser conocidos, con un cutter, le cortó el cuello. Le seccionó las arterias a ambos lados. Quedó tumbado en el suelo, en una gasolinera de esta carretera. Nadie hacía nada, nadie sabía qué hacer. Edu, que trabaja de paisano, en el Grupo de Delincuencia Urbana (GDU), oyó la emisora que había entrado el aviso, y fueron hasta la gasolinera, donde se encontró el joven tirado en el suelo, entre un charco de sangre. Un ciudadano le había intentado taponar la herida, pero era imposible. Él, que tiene conocimientos en sanidad táctica, formado en los Estados Unidos, y formador de esta técnica también aquí, pidió a sus compañeros que le dieran seguridad para poder intervenir. Y así fue.

La víctima perdía mucha sangre. Los cortes del cutter eran muy graves. Sin verlo, Edu tenía en su cabeza un cronómetro. Una cuenta atrás. En pocos minutos aquel hombre, que no conocía de nada, que no sabía qué había hecho o qué no había hecho, moriría. Saturó la herida con una vena hemostática, que ayuda a parar la pérdida de sangre, pero que es muy doloroso, ya que tienes que introducir la gasa dentro de la herida. Después, el hombre hizo un vendaje israelí en la zona del cuello. Fue muy rápido. El hombre se veía, estirado en el suelo sobre la sangre, en un espejo de la gasolinera, y pensaba que ya no lo explicaría.

Sin aquella intervención, el chico estaría muerto

La ambulancia del SEM se perdió y tardó más de lo que tenía que tardar, explica a ElCaso.com el agente, pero finalmente llegaron. La primera y la medicalizada. Los sanitarios no tocaron nada, estabilizaron al hombre y lo trasladaron al hospital. Allí fue intervenido de urgencia. El cirujano llamó a Edu para saber cómo lo había hecho. El agente intenta esquivar la pregunta, pero sí, el médico que operó al chico lo tiene claro: sin aquella intervención de urgencia, de fortuna, pero con material táctico y la formación que el agente tenía, habría muerto.

La víctima salió adelante. La investigación de los Mossos permitió detener al hombre que había atacado al joven, un conocido suyo. Aunque en un primer momento se instruyó como un posible homicidio en grado de tentativa, los agentes pudieron llegar a encontrar indicios que apuntan que se trataba de un intento de asesinato, y con esta tipificación se está instruyendo ahora la causa. El agresor está en la prisión.

Más formación

"Hice lo que tenía que hacer", repite varias veces Edu. Y sus jefes, alertan, de que es demasiado modesto y que no hay manera que reconozca quién le salvó la vida al chico. Cuando lo propusieron para una medalla dijo que no hacía falta. Donde no se muerde la lengua está explicando la formación, de inspiración norteamericana, que tiene en sanidad táctica. Siempre lleva un botiquín de intervención y también se ha preparado para formar a compañeros suyos en esta vertiente de los primeros auxilios que, en aquella gasolinera, sirvió para salvar la vida a una persona. Toda esta formación, sin embargo, es fuera de la que hace el cuerpo de los Mossos d'Esquadra; formación particular con material particular y, evidentemente, a riesgo particular.

"Los Mossos tenemos miedo de intervenir", asegura. "Somos los primeros a llegar, hay situaciones que va de minutos, no nos podemos quedar parados, tenemos que actuar", insiste. La formación oficial que reciben los agentes en primeros auxilios es mínima y no pensada por escenarios tácticos. "Nosotros trabajamos en zonas que pueden ser hostiles y sin el material que pueden tener los compañeros del SEM", apunta. El cuerpo de los Mossos d'Esquadra tiene un proyecto de formación en este ámbito, que todavía no se ha desarrollado, donde a Edu le gustaría participar como formador, pero, de momento, está parado. Igual, quizás sí, pero mejor, no encontrarán a nadie.