Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hermanos de 61 y 67 años que se habían montado una plantación de marihuana en Castellnou de Seana y utilizaban su empresa de construcción para blanquear el dinero obtenido de la venta de la droga. Fue a principios del pasado mes de junio cuando la policía catalana recibió varias informaciones que apuntaban a la posible existencia de un cultivo en una casa de esta población del Pla d'Urgell (Lleida) y agentes de la Unidad de Investigación de Mollerussa fueron hasta el lugar para empezar a hacer indagaciones.

La vivienda, que constaba de bajos y dos plantas, además de un patio interior, daba a dos calles y del interior no paraba de salir el ruido de alguna instalación relevante de aire acondicionado. Además, aunque no se podía ver desde el exterior, también se notaba un leve olor a marihuana, y había una conexión irregular en la red eléctrica. Así pues, los agentes empezaron a hacer toda una serie de vigilancias en la vivienda y fueron identificando a las personas y a los vehículos que entraban y salían de la casa.

Una plantación en el Pla d'Urgell gestionada por dos hermanos

Los agentes descubrieron que se trataba de un clan familiar relacionado con una empresa de construcción que era la propietaria del edificio. En el interior, según las diversas indagaciones, vivía una persona que se encargaba de hacer de jardinero y cuidar las plantas, mientras que los familiares le llevaban comestibles y material y utensilios para el cultivo. Las diversas vigilancias con equipos técnicos también permitieron descubrir que dentro había seis aparatos de aire acondicionado y que tenían un consumo muy elevado de energía eléctrica.

La plantación de la marihuana que se habían montado los dos hermanos. / CME

Con bastantes indicios recogidos, este lunes, 4 de agosto, los Mossos hicieron una entrada y registro en la casa con un equipo conjunto de investigadores, ARRO y seguridad ciudadana. En el interior se encontró 1.642 plantas de marihuana, 1.016 de ellas en plena producción, distribuidas en tres espacios habilitados con toda la infraestructura típica de los cultivos de interior. El supuesto jardinero, un hombre de 61 años, quedó detenido. Al cabo de unas horas, a causa de la presión policial, su hermano, un hombre de 67 años que era el encargado de liderar el entramado criminal, se entregó voluntariamente en la comisaría de Mollerussa. A los dos, de quienes no se ha facilitado la nacionalidad, se les acusa de un delito contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal.

Utilizaban la empresa de construcción para blanquear el dinero de la marihuana

Según los investigadores, ya hacía unos dos años que trabajaban en esta plantación de marihuana, que tenía un potencial para producir unos 280 kilos anuales que generarían ingresos por valor de unos 500.000 euros. Posteriormente, los hermanos utilizaban la empresa de construcción de la cual eran propietarios para blanquear todas las ganancias que obtenían de la venta de la droga. Hoy por hoy, la investigación por parte de los Mossos se mantiene abierta y no se descarta que pueda haber más detenciones.