Un profesor de la Facultad de Comunicación y de Relaciones Internacionales de la Blanquerna ha sido apartado de la docencia después de que el decanato recibiera dos denuncias por parte de sendas alumnas acusándolo de acoso sexual. No es la primera vez que el hombre, de iniciales X.S., ha sido suspendido de trabajo; el pasado septiembre, desde la institución, adscrita a la Universidad Ramon Llull, abrieron un expediente disciplinario después de una primera denuncia por los mismos hechos, pero volvió a ejercer a principios de febrero de este año, al vencer la medida sancionadora. Ahora, aparte de estas denuncias, muchas alumnas y exalumnas han enviado correos a la facultad explicando sus experiencias, que están siendo evaluados por la comisión que investiga el caso.

Las alumnas están enviando pruebas

El decano de la facultad, Josep Lluís Micó, ha explicado que, después de conocer que el acusado se reincorporaba nuevamente a la plantilla docente, algunas de las alumnas empezaron a recavar información por su cuenta con el fin de averiguar si había habido más casos de acoso por parte de este profesor. Y, según ha adelantado El Periódico, estas perquisiciones han dado su fruto. A pesar de haber solo tres denuncias formales, muchas más alumnos y exalumnos han enviado correos relatando cómo el acusado se había acercado a ellas con un comportamiento inapropiado, una conducta que se remontaría hasta el año 2012.

Este profesor acostumbraba a establecer un primer contacto con las alumnas por mail, aparentemente por temas inocentes, como puede ser la revisión de un examen o la intención de alguna de las chicas de apuntarse a alguna de las otras asignaturas que impartía. A partir de aquí, pasaba a comentarios fuera de lugar, e insinuaciones sobre las cuales le gustaría hacer con ellas cuando se vieran.

La comisión de los delegados tiene previsto reunirse de nuevo este lunes con el fin de evaluar toda la información y las pruebas remitidas por las alumnas, así como para volver a hablar con las dos denunciantes. También está sobre la mesa la expulsión definitiva del acusado y la rescisión de su contrato. Por otra parte, el alumnado ha convocado una concentración este martes delante de las puertas de la facultad, para protestar contra esta situación y exigir medidas que hagan que el centro sea un entorno seguro para las alumnas.