Los Mossos d'Esquadra de la comisaría de El Prat de Llobregat trabajan para esclarecer el tiroteo que esta tarde ha dejado una fachada llena de impactos de bala en la calle Anoia, en las conocidas 801 viviendas, una de las zonas más conflictivas del barrio de Sant Cosme de este municipio del Baix Llobregat. Hacia las seis y media de la tarde, varias personas alertaron al 112 de que se habían escuchado disparos en esta calle peatonal, situada en el interior de una manzana de viviendas. Los disparos también fueron escuchados por varias patrullas de los Mossos d'Esquadra que se encontraban en la zona, ya que la comisaría del Prat está a solo un minuto del lugar de los hechos.

Cuando los Mossos llegaron, con equipos de ARRO y patrullas de Seguridad Ciudadana, constataron que el autor o los autores de los disparos habían abierto fuego contra la fachada, dejando más de veinte impactos. En el suelo, los investigadores encontraron casquillos y restos de proyectiles de dos calibres diferentes. Uno de 9 mm, que, por la ráfaga que se pudo escuchar y la distancia donde se encontraron, sugiere el uso de un subfusil, y otro de 12 mm, calibre habitualmente empleado en escopetas, según ha podido saber ElCaso.com. Los disparos se realizaron desde la calle y, por el momento, aunque la investigación sigue en curso, los Mossos d'Esquadra no tienen información sobre quiénes podrían ser los autores ni qué vehículo utilizaron para escapar después de disparar.

Una mujer herida por los vidrios rotos

Los autores del tiroteo sabían dónde disparaban. En el interior del segundo piso, donde impactaron los disparos, había una mujer, su exmarido y su hija. La mujer, que se encontraba en la cocina, resultó herida por el impacto de los vidrios rotos por los disparos. Ninguna persona resultó herida por arma de fuego. Los disparos afectaron tanto la cocina como el comedor de la vivienda. Los Mossos investigan ahora qué pudo desencadenar este nuevo incidente con armas de fuego en este castigado barrio del área metropolitana de Barcelona, así como el papel de las familias de etnia gitana que residen allí. Se han realizado varios cierres para intentar localizar a los autores de los disparos, con la colaboración de la policía local del Prat de Llobregat y otros cuerpos policiales de municipios cercanos, pero aún no han sido interceptados. No es la primera vez que un enfrentamiento entre dos clanes rivales termina en un tiroteo. Recientemente, los Mossos d'Esquadra han intensificado sus operaciones para combatir el narcotráfico en la zona, realizando redadas en varios pisos controlados por estas familias, donde se confiscaron armas de guerra y armas de fuego de fabricación casera.

Refuerzo para evitar nuevos enfrentamientos en el barrio

Hasta bien entrada la madrugada, los investigadores de los Mossos estuvieron en la calle Anoia recogiendo pruebas del tiroteo para redactar el atestado. La calle fue cerrada para facilitar las labores policiales, y se desplegaron equipos del ARRO para asegurar la zona. Esta unidad antidisturbios y de intervención se mantuvo en el barrio toda la noche para evitar represalias o nuevos incidentes. La policía catalana investiga si este tiroteo puede estar relacionado con el que tuvo lugar esta semana en la zona de la Marina de Port, en Montjuïc, Barcelona, donde también se produjeron disparos y se detuvo a dos personas.