La Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (FECASARM) ha anunciado el nuevo método con el cual pretenden combatir las agresiones sexuales por drogas en los locales de ocio nocturno. El nuevo sistema, que se enmarca en una serie de acciones que la federación está emprendiendo para reducir las agresiones sexuales a sus establecimientos, se prevé que estará disponible a partir del mes de junio por todas aquellas discotecas que lo soliciten. De momento, ya son una veintena las discotecas que incorporarán este método.

Son muchas las personas, la mayoría de ellas mujeres, que denuncian haber sido drogadas en contra de su voluntad mientras se divertían en una discoteca. Con este nuevo sistema, los restauradores del sector del ocio nocturno quieren disminuir, e incluso erradicar, las agresiones sexuales por sumisión química. Así lo ha adelantado el secretario general de la Fecasarm, Joaquim Boadas, a TV3.

Un método sencillo pero eficaz

El método con el cual las discotecas pretenden disminuir el número de agresiones sexuales causadas por el uso de las drogas es sencillo, pero eficaz. La FECASARM ha anunciado hoy a través de su cuenta de Twitter que a partir del mes de junio, una veintena de discotecas de Barcelona repartirán, junto con las bebidas, una tapa de plástico. Con el tapagots, las clientes de la discoteca podrán cubrir su vaso y evitar así que las personas con quienes comparten la sala les introduzcan drogas, u otras sustancias químicas, en sus bebidas.

Aunque se trata de una medida de protección dirigida a las usuarias de las discotecas, y a la que acompañarán otras medidas de prevención y protección, algunas asociaciones no están del todo de acuerdo con la medida. Según su perspectiva, este tipo de acciones ponen el foco y la responsabilidad de evitar la agresión sobre la víctima, más que no en el agresor que aprovecha el estado de la mujer para abusar sexualmente.

La sumisión química es un factor mucho presente a las agresiones sexuales

Hace poco más de un mes, el comisario Josep Milan, ninguno de los Mossos d'Esquadra en Girona, alertó de que los casos de abusos o agresiones sexuales cometidos hacia mujeres mediante la sumisión química eran un "problema grave" y que se repetían cada fin de semana. Esta problemática ya hace años que existe: según los datos de los últimos cinco años recogidos por el Instituto Nacional de Toxicología, en el 33% de las agresiones sexuales denunciadas, la víctima había sido sometida químicamente por sus agresores. En otras palabras, una de cada tres agresiones sexuales se producía porque los agresores habían drogado previamente, en un contexto distendido de ocio, a su víctima. Además de los datos del último lustre, el Instituto también pudo confirmar que analizó 994 agresiones sexuales cometidos durante el año 2021, de las cuales, un 72% se habían producido a partir de la sumisión química de la víctima.