Actualmente en España hay una ley que limita la cantidad de dinero en efectivo que puede llevar una persona. Aunque parezca que con las nuevas tecnologías (tarjetas y teléfonos móviles) el pago en efectivo terminará desapareciendo en favor de las transacciones rápidas como bizum o pagos mediante contactless aún hay muchas personas que siguen optando por sacar su dinero del cajero y hacer sus compras con monedas y billetes, además en varios locales todavía esta es la única manera de pagar.

Según estipula la Ley 10/2010, del 28 de abril, de prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo se limita en 100.000 euros la cantidad de dinero en metálico que puede llevar una persona en España.

Estas leyes se hacen para que una única persona no pueda desplazar grandes cantidades de dinero y no es la única norma similar para evitar acciones delictivas que tienen al dinero como protagonista, como por ejemplo el blanqueo de capitales.

¿Existe un límite en los pagos en efectivo?

También existe una ley que regula los pagos en efectivo que un individuo puede hacer en España (Ley 11/2021, de 9 de julio), aunque esta norma tiene cierta flexibilidad fija el límite en 1.000 euros. Si el coste del servicio o el bien supera esta cantidad deberá pagarse a través de una tarjeta de crédito o un ingreso bancario.

Billetes de euro en una lavadora / Archivo

Existe una excepción a esta ley, si la persona que va a efectuar el pago justifica que no tiene domicilio fiscal en España y demuestra no realizar la transacción en como empresario o profesional podrá elevar el límite hasta los 10.000 euros.

Los límites en este sentido se aplican sea cual sea la divisa con la que se pretende realizar el pago, en caso de ser una moneda distinta al euro se realizará su conversión hasta que la cantidad sea de 1.000 euros o 10.000 euros, en el segundo caso.

¿Cuánto dinero puedo tener en casa?

Algunas personas prefieren guardar su dinero en casa para evitar utilizar los servicios que ofrecen los bancos, uno de los gremios menos valorado del país. Desde hace varios años se escucha la expresión 'guardar el dinero bajo el colchón' y esta es una opción que ha sido elegida por algunos. También hay opciones más clásicas como una hucha o una caja fuerte.

La legislación española no regula la cantidad de dinero en efectivo que puede tener alguien en su casa siempre y cuando se pueda acreditar su procedencia, demostrando así que no se trata de economía sumergida. Pese a ello, no tendrá rentabilidad y la inflación puede hacer que si guardamos los billetes y monedas en nuestro domicilio perdamos poder adquisitivo.