La aplicación del banco, Bizum o PayPal se han convertido en las herramientas de pago perfectas, desbancando a monedas y billetes. En un mundo cada vez menos físico y en el que se prevé que desaparezca el efectivo, los fraudes aumentan. Es por eso que Hacienda ya está ojo avizor para pillar a los tramposos que intenten no declarar sus ganancias.
El dinero en efectivo tiene fecha de caducidad
El Informe Europeo de Pagos Intrum ya advertía que casi el 50% de empresas españolas aseguraba que el dinero en efectivo dejaría de existir en 2030, dando paso al uso de tarjetas de crédito y débito, así como a aplicaciones de pago electrónico. Estos resultados refuerzan las conclusiones del Banco Central Europeo, que hace años que refleja el incremento de pagos con métodos distintos al efectivo en la Unión Europea.
Ante esta expectativa de cambio, el ministerio de Hacienda ya busca regular los movimientos -cada vez menos comunes- de dinero físico, que cada vez están más limitados. Para salvarnos de multas, sanciones o problemas con una de las instituciones más temidas de España, hay que tener en cuenta varios temas.
Los ahorros debajo del colchón o pagar miles de euros en efectivo
En primer lugar, según explican fuentes de la Asociación Usuarios Financieros al medio ABC, hay un límite de dinero en efectivo que podemos llevar encima por la calle.
A partir de los 100.000 euros, para evitar el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, es necesario declarar el movimiento económico a través de la Agencia Tributaria.
Relacionado con esto, y siguiendo el típico "guardar los ahorros debajo del colchón", cabe resaltar que aún no hay ninguna ley que prohíba guardar efectivo en casa, siempre que los fondos de los que provienen sean legales y tengamos justificantes para demostrar que han sido retirados de forma lícita.
Sanciones para los tramposos
Si nuestros ahorros están en el banco, pero queremos llevárnoslos a casa, tendremos que hacerlo a sabiendas de que el movimiento será notificado al Banco de España y a la Agencia Tributaria una vez superados los 3.000 euros. Además, es necesario avisar a la sucursal de la que queramos sacar el dinero con antelación para asegurarnos que tienen el saldo suficiente.
Por último, el pasado 11 de julio se hizo efectiva la nueva normativa sobre pagos en efectivo. Siguiendo esta norma, la cantidad máxima para transacciones de pago en efectivo es de 1.000 euros por operación.
Luchar contra el fraude fiscal y el blanqueamiento de capitales
"El objetivo de esta medida es luchar contra el fraude fiscal y su incumplimiento puede acarrear sanciones de un 25% del importe abonado", explican a ABC desde la misma asociación. Es decir, que no se podrán pagar en efectivo artículos que valgan más de 1.000 euros.
En caso de superarse este dinero, tanto cobrador como pagador pagarán una sanción de forma compartida. En el caso de haber hecho una compra de 10.000 euros, por ejemplo, las dos partes deberían pagar 2.500 por la transacción.
También es cierto que los pagos cada vez más digitalizados han dado lugar a nuevos tipos de estafas y fraudes, así como con las nuevas divisas tipo Bitcoin, que confunden y permiten a ciberdelincuentes aprovecharse de víctimas vulnerables con argumentos muy fáciles.