Los empleados de la Dirección General de Tráfico (DGT) no dejan de trabajar para mejorar las normativas relacionadas con la seguridad en las carreteras y calles. El objetivo de esta organización es el de reducir el número de accidentes y hacer unas normas que sirvan para que los conductores, sus acompañantes y los peatones no sufran daños graves.

Esta organización tiene que estar constantemente evaluando y considerando nuevas medidas que pueden ser útiles para aplicarlas en su nuevo reglamento. La industria de los automóviles y los sistemas de seguridad avanza cada día y es muy importante que las normas estén alineadas con este progreso tecnológico.

Un ejemplo de ello es la inclusión de las normas relacionadas con los patinetes eléctricos. Estos medios de transporte aparecieron en varias ciudades hace un par de años y no estaba claro cómo se debía de legislar su uso. Pese a ello, se admitieron una serie de reglas relacionadas con este peculiar vehículo y en la nueva ley de tráfico se aprobó el uso del casco obligatorio para los usuarios que lo utilicen para desplazarse.

La nueva prohibición que prepara la DGT

El nuevo objetivo del ministerio de Sanidad es el de prohibir que los conductores y sus acompañantes puedan fumar dentro del coche en el caso en el que haya mujeres embarazadas o menores de edad. Esta iniciativa forma parte del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, también quieren incluir las playas, centros deportivos al aire libre y las terrazas en esta normativa. Las sanciones podrían llegar a ser de hasta 500 euros.

Aunque no se trata de algo inmediato, lo cierto es que no parece que esta nueva prohibición vaya a tardar demasiado en ser aplicada, ya que se encuentra en su fase final de redacción. Está claro que será considerada como polémica, algunos fumadores no estarán dispuestos a aceptar que no puedan fumar ni en sus propios coches.

Hombre fumando en su coche / Pixabay

Pese a ello, desde que en 2006 entró en vigor la famosa Ley Antitabaco, los fumadores han visto como se reducían radicalmente los lugares en los que podían fumar. Primero lo prohibieron en espacios de trabajo y centros culturales. Después, en 2011, hubo algunos cambios que afectaban a las zonas de uso colectivo. 

Las consecuencias del tabaco

El ministerio de Salud espera que estas nuevas medidas contra el tabaco ayuden a reducir el consumo de esta sustancia en, aproximadamente, un 30%. Lo que supondrá un serio avance en la lucha por mejorar la calidad de vida de las personas que fuman o que conviven con fumadores.

En España, fumar en lugares en los que no está permitido supone una falta leve que va acompañada de una sanción de 30 euros. Aunque, en el caso en el que esta persona sea reincidente y acumule tres sanciones de este tipo, pasaría a ser considerado como una sanción grave que implica una multa de entre 601 y 10.000 euros.

Varios países están trabajando para complicarle las cosas a los fumadores y que, gracias a las normativas, se reduzca considerablemente el porcentaje de personas que fuman. Territorios como Nueva Zelanda han ido más allá, en 2027 será ilegal comprar tabaco, lo que implica que los nacidos de 2009 en adelante jamás podrán comprar una cajetilla de forma legal.