Seis ultras de fútbol, de entre 18 y 43 años y que pertenecen a un grupo radical de seguidores del principal club de fútbol de Málaga, han sido detenidos por la Policía Nacional por un altercado en una de las terminales del aeropuerto de Málaga.

A los arrestados se les acusa de delitos de desórdenes públicos y daños, después de esperar y enfrentarse en la zona de llegadas con miembros de una hinchada rival, forofos de un equipo de Sevilla que juega competición europea, según ha informado la Policía.

El altercado se produjo el 18 de marzo, sobre las 21.30 horas, y participaron unas 30 personas de sendos grupos radicales, y según las pesquisas, se enfrentaron durante tres minutos con el lanzamiento de vallas, sillas y taburetes, además del intercambio de insultos.

Rompieron parte del mobiliario del aeropuerto

Los arrestados presuntamente provocaron cuantiosos daños en un restaurante y rompieron también unas puertas automáticas de la zona de llegadas cuya reparación asciende a unos 3.000 euros, según responsables de AENA.

Además, a uno de los arrestados se le atribuye un delito de hurto, al aprovechar el momento de desconcierto entre los pasajeros para sustraer al descuido una maleta con efectos valorados en casi 9.000 euros, en concreto 5.000 euros en efectivo y un bolso de marca, entre otros objetos.

Parece que fue un plan premeditado

Todo hace indicar que los detenidos, la mayoría de ellos con antecedentes, esperaron durante unas dos horas a sus rivales, que viajaban hasta Málaga después de presenciar un partido de su equipo en Londres.

La Policía asegura que durante unos minutos sembraron el pánico en la terminal y que tras el altercado se disolvió ambos grupos, que se saldó sin heridos. Tras la correspondientes gestiones, los investigadores han identificado y localizado a parte de los responsables en estos hechos. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevos arrestos.

Esta investigación se enmarca en la lucha contra la violencia en el deporte, y los hechos se han puesto en conocimiento de la Comisión Nacional Contra la Violencia en los Espectáculos Deportivos prevista en la Ley del Deporte, al objetivo de indagar sobre las posibles sanciones administrativas aplicables, al margen de las correspondiente en materia penal.

Varios clubes han decidido condenar la violencia en sus estadios y han tomado la decisión de prohibir la entrada a los miembros de algunos grupos radicales, que han sustituido por grupos de animación que están mucho más controlados por las entidades deportivas para que no comentan este tipo de actividades delictivas.