Los Mossos d'Esquadra han detenido a un narcotraficante brasileño de 51 años que había escogido Catalunya para esconderse de la justicia de su país. El hombre fue parado por los Mossos d'Esquadra en Cervera (Lleida) el pasado 6 de mayo y cuando lo identificaron e introdujeron sus datos personales en las bases policiales, saltaron todas las alarmas. El individuo, que además del pasaporte brasileño también tenía un italiano, tenía pendiente una orden de detención emitida por un juzgado de Brasil por delitos de tráfico internacional de drogas, organización criminal y blanqueo. Concretamente, se le relacionaba con un envío de drogas hasta el puerto de Amberes, en Bélgica.
Agentes de la Policía Científica de los Mossos hicieron las comprobaciones pertinentes con el fin de confirmar la identidad del hombre y se comprobó que la orden de detención estaba vigente, así que lo arrestaron. Según pudieron descubrir los Mossos d'Esquadra, hacía tiempo que vivía en un domicilio de Tàrrega escondido de la justicia. Una vez arrestado, fue trasladado a las dependencias policiales para, posteriormente, ser puesto a disposición judicial y que se tramite su extradición hacia el Brasil.
Catalunya, paraíso de fugitivos
Catalunya se ha convertido en refugio para muchos delincuentes que buscan huir de la justicia de sus países y encuentran aquí un buen lugar donde esconderse. Además del narcotraficante detenido en Cervera, en los últimos días se han hecho otras detenciones de traficantes de drogas que se ocultaban por varios puntos del territorio catalán. El pasado 7 de mayo, otro narcotraficante, esta vez de nacionalidad kosovar, fue detenido en la ciudad de Barcelona al ser identificado por los Mossos y descubrir que tenía una orden de búsqueda por parte de las autoridades de Bélgica. Por su parte, la Policía Nacional ha detenido a un traficante marroquí reclamado por Alemania que se estaba escondiendo en Camprodon, en el Ripollès (Girona).