Los Mossos d'Esquadra detuvieron este jueves al presunto autor de la llamada que el pasado 20 de octubre sembró el pánico por una falsa bomba en el Hospital Universitario General de Catalunya, en Sant Cugat del Vallès. El arrestado, un hombre de 56 años, se enfrenta a cargos por un delito contra el orden público, lo cual puede implicar hasta un año entre rejas o el pago de una multa de hasta dos millones de euros.
La llamada en cuestión se hizo el viernes 20 de octubre por la tarde. El hombre al otro lado de la línea alertó al personal del centro médico de que haría estallar una bomba que había colocado previamente en una de las salas del hospital. Inmediatamente, los agentes especializados en artefactos explosivos de los Mossos d'Esquadra, la unidad TEDAX, se personaron en Sant Cugat. Con la ayuda de la unidad canina rastrearon todo el edificio, que fue evacuado de manera preventiva siguiendo los protocolos establecidos, en busca de la bomba.
Afortunadamente, después de un par de horas la policía catalana pudo asegurarse de que no existía ninguna bomba, y que se había tratado de una falsa alarma. La consiguiente investigación culminó con la identificación y la detención del hombre responsable de la llamada, quien, con un cuestionable sentido del humor, se aprovechó de la tensa situación provocada por la escalada de violencia en Oriente Próximo después del ataque del grupo terrorista Hamás en Israel.
Desalojan la discoteca Razzmatazz por una falsa bomba
Solo un par de días después del incidente en Sant Cugat, la madrugada del domingo 22 de octubre, los Mossos d'Esquadra tuvieron que cerrar la discoteca Razzmatazz antes de tiempo por otra alerta de bomba. Hacia las cuatro y cuarto, los agentes del TEDAX hacían salir a todo el mundo de la popular sala de fiestas del Poble Nou de Barcelona, mientras peinaban a fondo todos los rincones del establecimiento. A las ocho de la mañana quedó confirmado que se trataba de otra broma, y la investigación continúa en marcha para poder detener al autor de esta llamada.