Detenido un joven de 31 años en Ibiza cuando conducía con la nariz llena de cocaína. Dentro del coche, los agentes encontraron una gran cantidad de la misma droga esparcida por todas partes.
Pillado en un control con la nariz manchada de cocaína
Los hechos tuvieron lugar en la mañana de este viernes, cuando la Guardia Civil se encontraba realizando un control preventivo en el municipio ibicenco de Santa Eulària.
Según ha informado este sábado en un comunicado la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil de Baleares, los agentes dieron el alto a un vehículo que no circulaba de manera reglamentaria.
Al interrogar al conductor, pudieron comprobar que no se encontraba en un estado normal para conducir y que tenía restos de polvo blanco en la nariz bastante delatores.
Ante la actitud del hombre y las evidencias respecto a la droga, los guardias registraron el interior del coche, aunque no hizo falta hacerlo en profundidad: esparcidos por el interior del vehículo había restos de cocaína rosa, que provenían de una bolsa que se había roto después de que el detenido intentase deshacerse de ella.
El coche lleno de drogas y positivo: detenido en Ibiza
Y es que la bolsa contenía unos 35 gramos de esta sustancia estupefaciente, una cantidad estratosférica para consumo propio y totalmente ilegal.
Es por eso que se acusó a este joven, de 31 años y nacionalidad colombiana, de un delito de tráfico de drogas.
Además, fue denunciado después del test de drogas, en el que dio positivo en anfetaminas, metanfetaminas y cannabis.
Otro caso relacionado con el tráfico de drogas trae de cabeza a los Mossos d'Esquadra, que tratan de encontrar a los responsables de una plantación de marihuana en Alcoletge, Lleida, en la que habían puesto trampas mortales.
Trampas mortales en una plantación de marihuana en Lleida
Todo se descubrió en una intervención antidroga la semana pasada, cuando los agentes del Área Regional de Recursos Operativos, ARRO, de los Mossos d'Esquadra, entraron a un campo de cultivo de cannabis en la localidad de Alcoletge.
Un sargento de los Mossos d'Esquadra pisó un hilo que activó un mecanismo pensado para ser letal: un arma de fuego disparaba automáticamente una perdigonada, que dejó herido al mosso. Tuvo que ser trasladado en estado leve al hospital Arnau de Vilanova.
Ante el peligro de estas trampas caseras, efectivos de desactivación de bombas del cuerpo, los llamados TEDAX, acudieron para inhibir los dispositivos. Ahora la investigación ha demostrado que las trampas tenían intención mortal, ya que contenían cartuchos de caza.
Los 27 balines que hirieron al agente en el gemelo, de momento, no tienen dueño. Porque no se ha podido detener a ninguno de los narcotraficantes responsables de la plantación, que serían también culpables de la lesión del policía.