Una pareja ha sido detenida en Roma acusada de esclavizar a su hija de 14 años, a la cual también maltrataban físicamente y obligaban a mendigar dinero en un supermercado. Los padres de la niña, de nacionalidad bosnia, han sido arrestados por la policía italiana después de que la misma víctima acudiera a denunciarlos a comisaría el pasado octubre.
La querían casar a cambio de dinero
Según el relato de la adolescente, sus padres también habían concertado su matrimonio con uno hombre mayor que ella a cambio de dinero, a pesar de sus negativas. A consecuencia del maltrato físico y psicológico que sufrió durante años, la joven intentó suicidarse en varias ocasiones. Después de interponer la denuncia fue trasladada a un centro de protección de menores, donde todavía se encuentra bajo la tutela de los servicios sociales italianos.
El juez de instrucción que lleva el caso ha calificado a los padres como "personas violentas y prevaricadoras, obstinadas en obtener fuentes económicas para la satisfacción de sus necesidades personales a partir de poner a su hija a mendigar". Según el auto judicial, la menor había intentado pedir ayuda previamente en la escuela confiando en explicar a sus profesores lo que sucedía en su casa, pero una vez los padres se dieron cuenta de lo que pretendía la obligaron a callar sometiéndola a puñetazos con el fin de evitar la intervención de los servicios sociales y de la policía. Finalmente, el padre, de 41 años, ha sido detenido este domingo. Por su parte la madre, de 36 años, ha sido puesta bajo arresto domiciliario.
15 años de prisión para violar a su hija
El Tribunal Supremo ha condenado recientemente a un hombre a 15 años de prisión por violar a su hija menor de edad durante diez años. La chica intentó quitarse la vida en varias ocasiones y los abusos le han dejado con graves secuelas psicológicas. Las agresiones empezaron cuando la niña tenía solo siete años y se fueron volviendo más violentas a medida que pasaba el tiempo hasta el punto de que el padre la violaba cada mañana antes de ir a la escuela.
La joven actualmente tiene 21 años y sigue recibiendo atención psicológica para tratar problemas como depresión, ansiedad y retraimiento social. Además sufre de insomnio y de un sentimiento de culpabilidad y vergüenza que le influye en sus relaciones sociales. De hecho, muestra malestar ante el contacto físico con otras personas y está sometida a tratamiento farmacéutico diario.